En el vestuario del Deportivo Abanca nunca habían oído hablar de los guayos hasta la llegada de las colombianas Carolina Arbeláez y Lorena Bedoya, incorporadas este mes al equipo blanquiazul. Es como llaman en su país a las botas de fútbol, guayos, una palabra recién importada pero que en Abegondo ya es de uso habitual en el vocabulario de la plantilla deportivista, donde en total conviven siete jugadoras extranjeras de cuatro nacionalidades diferentes: tres venezolanas „Gaby, Kika y Romero„, la japonesa Maya, la brasileña Érika y ahora también las colombianas Arbeláez y Bedoya, ambas internacionales absolutas con la selección cafetera. "La diversidad cultural ayuda a fomentar el espíritu de grupo", asegura su entrenador, Manu Sánchez.

El Dépor Abanca también está rompiendo fronteras en una Primera Iberdrola cada vez más con más jugadoras de otros países, actualmente 125, lo que supone un tercio del total. Atlético de Madrid y Sporting Huelva, cada uno con 13 foráneas en sus respectivas plantillas, Granadilla Tenerife (12) y Logroño (11) son los clubes que superan la decena de fichas no españolas. En el Dépor las siete extranjeras "enriquecen la convivencia" dentro de un "vestuario joven y alegre" en el que, según el técnico, también hay momentos para las típicas bromas que favorecen el buen ambiente. "Por ejemplo, a Maya a veces le llaman china, y a los japoneses no les gusta que les llamen chinos", relata en tono distendido Manu Sánchez, quien desvela que precisamente es otra de las extranjeras, Kika, la autora del vacile. "Son cosas que no hacen más que unirnos, como ciertas expresiones curiosas, antes de las venezolanas y ahora de las colombianas. Es un vestuario muy sano", recalca el coruñés. El técnico define, una a una, a las siete foráneas que tiene a sus órdenes:

Érika Sâmia Lima da Silva (Imperatriz, Brasil, 1996). "Tiene unas condiciones físicas brutales, puro músculo, con mucha potencia y velocidad. Le cuesta entrar por el nivel que nos está dando Nuria en la izquierda. Eso le está quitando minutos. Le falta ser un poquito más combativa y entender los movimientos con y sin balón. Está en ese proceso".

Maya Yamamoto (Tokio, Japón, 1993). "Terminó el año pasado siendo la jugadora más en forma de la plantilla y este le está costando un poco más. Ha tenido algunos problemas de lesiones. Tiene muchísima fortaleza física y trabajo. Es capaz de hacer fácil lo difícil, pero a veces también hace difícil lo fácil".

Lorena Bedoya Durango (Bello, Colombia, 1997). "Tanto Lorena como Carolina están adaptándose a nuestra forma de trabajar, a la manera de competir y al nivel de intensidad, que es mucho más alto. Tienen que ir asimilando las cargas y las rutinas, incluso el clima. Estamos muy contentos con su adaptación y todo va según los plazos marcados. En el caso de Lorena, tiene menos dificultad para asimilar nuestros conceptos por sus condiciones como central. Viendo el fútbol de cara tiene menos cosas que asimilar".

Carolina Arbeláez Castaño (Medellín, Colombia, 1995). "La tenemos que introducir dentro de nuestro rombo en el centro del campo. Son muchas cosas nuevas para ella porque estaba acostumbrada a jugar con doble pivote. Ya ha debutado y nos ha dado pocos pero buenos minutos. Es una centrocampista box to box con una capacidad asociativa muy alta".

Gabriela Antonia García Segura, Gaby(Tunapuí, Venezuela, 1997). "Una de las sensaciones de la liga y una de las grandes beneficiadas del cambio de sistema. Da trabajo sin balón y mejora al jugar con dos referencias ofensivas por delante de ella [Athenea y Peke]. Tiene esa visión de juego para filtrar pases. Nos da muchísimas cosas y, además, goles".

Michelle Yeraldin Romero Castillo (Maracaibo, Venezuela, 1997). "Está pasando un año un poco aciago, por diferentes problemas de lesiones y porque está siendo un poco superada por la irrupción de Athenea. Es una atacante de potencia y velocidad".

Lourdes Yaurimar Moreno Beleño, Kika (Barinas, Venezuela, 1997. "Tiene una calidad altísima pero para desarrollarla necesita estar en su mejor momento físico. Le viene costando llegar a ese punto óptimo, pero cuando está nos da muchísimo porque ve el fútbol y nos da juego interior".