Apenas 35 kilómetros separan Arrigorriaga, el pueblo de Peke, de Urduliz, el de Sabin Merino, dos municipios vizcaínos muy cercanos en los que ambos goleadores „ golegileak en euskera„ nacieron casi a la vez, en enero de 1992. Ella, el día 25; y él, el 4. Tres semanas y 32 centímetros le saca el atacante a su paisana y compañera de club, aunque ella lleva unos cuantos goles más. Nada más y nada menos que 18 en total entre Liga y Copa, los últimos diez en doce días: cuatro al Valencia, tres a la Real Sociedad el pasado miércoles y otros tres al Sporting Huelva el domingo. "Me alegro mucho de que le vaya muy bien", asegura Sabin sobre el gran momento de Peke. Nadie mejor que él sabe que "no es fácil meter cuatro goles en un partido, luego tres y después otros tres". "Me alegro mucho por ella", recalca.

La vasca, por su parte, devuelve los elogios a Sabin, quien desde su llegada en enero encadenó cuatro tantos en sus primeros cuatro partidos ante Racing, Cádiz, Albacete y Las Palmas. "Está haciendo un trabajo increíble", afirma la pichichi del Dépor Abanca. "Necesitaban goles y él ha salido, los ha marcado y han dado puntos, que es muy importante. Ojalá siga así", desea la habilidosa punta.

Ainize Barea Núñez, Peke, y Sabin Merino Zuloaga mamaron el fútbol desde la cuna, aunque también probaron como pelotaris, sobre todo ella. "Jugué a la pelota vasca hasta los 12 años. Luego ya no lo pude compaginar porque los partidos también eran el fin de semana y me decidí por el fútbol porque se me daba algo mejor", argumenta. Sabin también probó la eusko pelota en la ikastola. "Había multideportes en el colegio y uno de ellos era la pelota vasca", recuerda el espigado ariete.

Ahora, a los 28, tanto Peke como Sabin están en el mejor momento de sus respectivas carreras en el fútbol profesional, al que llegaron tras destacar desde niños en los campos del País Vasco. "Mi club de crecimiento ha sido el Danok Bat, desde infantiles hasta juvenil A", recuerda Sabin. Desde pequeño visitó "muchísimas veces" Arrigorriaga, el pueblo de Peke, para disputar partidos. También ella compitió "cerca" de Urduliz, sobre todo cuando le tocó enfrentarse al Bizkerre, de Getxo: "Empecé a jugar al fútbol sala en Arrigorriaga y luego me fui al Ugao hasta los 23 años. Me fichó de Regional a Primera el Santa Teresa de Badajoz. Estuve allí dos años y vine para aquí".

Esta es su tercera temporada en el Dépor Abanca, con el que acaba de renovar por tres años más, hasta 2023Dépor Abanca. Al contrario que Sabin, canterano de Lezama, ella nunca jugó en el Athletic, un club poderoso que volvió a tantearla hace poco: "Llevo unos cuantos años en contacto con ellos pero al final he apostado por quedarme aquí". También a gusto en A Coruña se siente Sabin, en cuyo contrato está pactada la renovación automática en caso de permanencia.