Dani Giménez se adapta a una nueva vida, aprovecha en la medida de lo posible el presente y ya piensa en un futuro que desea que venga cargado de partidos. "Hay que acabar la competición de la manera que sea", avanza y por eso ve "sensata" la decisión de posponer la Eurocopa y la Copa América. Su fórmula es jugar "miércoles y domingo" sin un horizonte de finalización para La Liga, aunque vaya más allá del 30 de junio y haya que adaptar la próxima temporada. Lo cree necesario, incluso desde un punto de vista social y económico, no solo con la única intención de salvarse de la quema del descenso a Segunda B: "La anulación no beneficiaría a nadie. Si hay que apretar para jugar lo más seguido posible, en verano, los jugadores lo haremos, porque se lo debemos al público y a la gente que hace posible que en el fútbol se mueva el dinero que se mueve. Lo ideal sería antes del 30 de junio, pero como no lo sabemos, igual hay que hacer alguna medida excepcional, algún apaño. Somos conscientes de que la gente va a estar necesitada de fútbol, porque es la manera de que la gente se evada. Imaginar salir de esta situación y tener fútbol seguido en una ciudad como A Coruña que lo vive tanto, sería espectacular, es una mejor de dejar atrás lo que hemos pasado".

El meta sabe que es "todo especulación" hablar de fechas de un hipotética vuelta de la Liga, aunque los organismos competentes deben manejar "diferentes escenarios". Solo pide que haya un mínimo de cordura en el regreso. Hace falta un periodo de adaptación, unos quince días antes de volver a disputar un partido oficial: "Necesitamos una minipretemporada y poder entrenarnos antes. Un par de semanas sería lo lógico o, apretando mucho, diez días para acondicionar el cuerpo. No es lo mismo estar en casa trabajando, aunque te metas cañas, que estar con otra gente y tras un balón, sobre todo, por el riesgo de lesiones porque vamos a jugar muchos partidos seguidos. Los porteros debemos coger sensaciones de portería. Como no tengamos una vuelta a la competición buena, nos vamos a resentir y tampoco sería justo. Hay que hacer un esfuerzo, pero con una aclimatación y una adaptación buena".

Dani Giménez sigue en A Coruña y no ha vuelto a su localidad de origen porque lo aconseja la edad de sus abuelas y la necesidad de que reduzcan sus contactos. Poco a poco adapta su mente a lo que ocurre: "La fortaleza mental viene de entender lo que hay. Es como cuando juegas mal un partido, no hay que darle muchas vueltas. Hay que trabajar y aceptar la situación en el deporte y en la vida". Utilizará este tiempo para recuperarse de sus problemas de pubis y ahí ve algo positivo para él: "Dentro de lo malo, cuando volvamos, estaré en muchísimas mejores condiciones que cuando nos fuimos. Es poco consuelo porque queremos fútbol, pero la situación es esta y hay que aprovecharla dentro de los límites que tienes".