El Deportivo jugará esta noche contra el Fuenlabrada (21.00 horas) el que quizá sea su partido más importante de los últimos 30 años. En juego no estará un título ni la posibilidad de clasificarse para competiciones europeas. Ni siquiera espera un ascenso en el caso de ganar al conjunto madrileño en Riazor, sino que la victoria es obligatoria para no abandonar el fútbol profesional. La amenaza de la Segunda División B se ha ido tornando real en las dos últimas semanas hasta llegar al compromiso definitivo de la temporada dependiendo de los resultados de otros rivales.

Puede darse la circunstancia de que el Deportivo regrese a una categoría que no pisa desde hace 40 años incluso ganando esta noche, porque además de su partido tendrá que jugar los del Lugo y el Albacete. Los coruñeses necesitan ganar y esperar un tropiezo de alguno de sus dos rivales en la lucha por la permanencia para esquivar el descenso y finiquitar una temporada de pesadilla.

Aguardar a lo que hagan manchegos y lucenses es la penitencia de los deportivistas después de tres derrotas consecutivas que han dejado al equipo en una situación límite. Parecía que después de imponerse al Huesca en Riazor lo tenía prácticamente hecho, pero una tras otra fue desaprovechando oportunidades hasta verse en la última jornada con el agua al cuello.

La pájara de estas semanas pone en riesgo no solo la espléndida remontada protagonizada a comienzos de año por un equipo casi desahuciado, sino que condiciona el proyecto de futuro de un club ahogado por su situación financiera. La operación con Abanca, que la semana que viene se convertirá en el máximo accionista, garantiza la supervivencia de la entidad, pero todos los escenarios deberían ser reajustados en el caso de un desenlace fatal.

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Último entrenamiento del Deportivo antes de la final ante el Fuenlabrada

El club no se veía en una así desde 1988, cuando el célebre gol de Vicente Celeiro evitó caer a Segunda B. Las circunstancias eran parecidas a las de hora e igual que entonces el equipo confía en que una victoria le permitiría esquivar el descenso. Aquello que no fue capaz de lograr ante Málaga, Extremadura y Mirandés, estos dos últimos conjuntos ya sin aspiraciones en el campeonato, tendrá que conseguirlo frente a un Fuenlabrada que tiene a tiro acceder al play off de ascenso. Un punto les serviría a los madrileños, que cuando se retomó la competición luchaban por dejar atrás los puestos peligrosos.

Su regularidad ha tenido premio, al contrario que los vaivenes blanquiazules, culminados por los tropiezos de las tres últimas jornadas. Cuando más se jugaba, el Deportivo fue débil y conservador. Especuló y se quedó sin un premio que ahora deberá buscar sin red de seguridad. También lo hará con bajas importantes, porque ayer perdió a Álex Bergantiños por lesión. Tendrá que recomponer la defensa por la ausencia de Bóveda por sanción.