Disfrutar en el campo. Lo nunca visto en lo que va de temporada. Eso hizo el Dépor frente al Alavés en Copa, sacudirse toda la presión y el pesado cartel de favorito que lo atenaza en Segunda B, y salir a jugar de tú a tú ante un rival que compite dos categorías por encima. Colaboraron los vitorianos, que dejaron jugar y no apretaron demasiado hasta el descanso, pero igualmente tuvo mucho mérito el partido del Deportivo. Más que digno, sobre todo los primeros 45 minutos, en los que fue claramente superior. Más allá del resultado final, demostró que tiene mucho más fútbol del que propuso hasta ahora. En ataque se soltó como nunca con el debutante Manu Mosquera participando con mucha inteligencia desde la mediapunta para dar continuidad al juego y, sobre todo, con un Keko Gontán diferencial.
El madrileño no competía desde el 22 de noviembre del año pasado, cuando se lesionó en Guijuelo, y reapareció con una actuación destacada dinamizando al Dépor en campo contrario con sus punzantes intervenciones desde la banda derecha. 68 buenos minutos, de más a menos hasta que muscularmente no aguantó más y pidió el cambio “por precaución”, según explicó luego Fernando Vázquez, quien aseguró que está “perfecto”. Buena noticia para el Deportivo, que recupera a uno de sus principales activos.
El debut de Manu con el primer equipo en partido oficial —en diciembre ya había jugado el Teresa Herrera— y la reaparición de Keko fueron dos regalos de Reyes para el técnico blanquiazul y llegan, precisamente, en un momento de la temporada en el que no sobran efectivos debido a las bajas. El fabrilista, sin complejos, demostró que tiene nivel para aportar en Segunda B. Prometedores 59 minutos del coruñés, muy valiente y dejándose ver, igual que en la media hora final el voluntarioso Álex Barba, el otro del filial que se estrenó ayer.
