Celso Borges regresó ayer a la titularidad tras dos meses y lo celebró con un gol, el primero del Deportivo al Numancia y que contribuyó a una victoria que calificó de desahogo. “Es un desahogo para nosotros el hecho de poder ver cómo se van encaminando la cosa mucho mejor”, dijo el costarricense. “No se ha acabado, por supuesto”, añadió y apuntó a seguir en el mismo camino la próxima semana en el campo del Marino de Luanco donde cree que tienen “una oportunidad” para dejar lista la clasificación para la Primera RFEF.

“En una temporada en la que el objetivo principal no se ha cumplido, no dejamos de luchar, estamos más cerca, pero aún no estamos, faltan cosas por hacer”, valoró el tico. “Tenemos una oportunidad para dejar las cosas listas. Es muy importante el partido de Luanco. Pero los partidos hay que jugarlos, ellos tienen todo nuestro respeto, ya nos lo han demostrado a lo largo de la temporada”, avisó.

Borges reconoció que sintió una gran felicidad al volver a sentir lo que es marcar un gol. “Siempre que uno puede ayudar en esa última etapa del campo, que es haciendo goles, le da a uno mucha felicidad. Entras con más confianza y con la sensación de que las cosas van bien”, dijo y añadió que en medio de la “pura pasión” solo le salió “gritar” y dedicar el gol al preparador físico Julio Hernando, que ayer cumplía 50 años.

Pero lo importante era que el equipo siguiera con la “buena dinámica” de victorias. “Evidentemente me gusta mucho hacer goles y más cuando ayuda al equipo a acercarse al objetivo”, indicó. “Me gusta jugar en las áreas, en las dos, también defender”, continuó sobre su faceta goleadora y concluyó: ”Nadie dijo que iba a ser fácil pero ahí seguimos”.