¿Le da tiempo a un técnico a disfrutar un triunfo o ya piensa en la siguiente preocupación?

Estamos muy bien, pero bueno, al acabar el partido, ya me quedé allí a ver la otra semifinal. Siempre estás con cosas en la cabeza, yo disfruto viendo lo que enseña el equipo, esa manera de competir y de disputar.

¿Se siente representado, se ve reflejado en este grupo?

Desde el principio tratamos de que el equipo fuese cada día a más compitiendo, haciendo, en la medida de lo posible, buen fútbol. Competimos ante un equipo como el Madrid y sí que me siento representado en esa manera de entender el deporte. Cuando uno planea un partido y sale bien, gusta, aparece la satisfacción del resultado, la clasificación.

Le dijo a sus jugadores que habían honrado el escudo. ¿Por qué ese mensaje en concreto?

Cuando diriges un grupo lo que pretendes es transmitir y yo creo que quise reconocerles que todo el esfuerzo que habían hecho estaba a la altura de este club, del escudo. Lo dije como lo sentía en el momento y también quiero que ese sentimiento de club se arraigue en ellos.

Su equipo en las portadas...

Sí. Nosotros ahora estamos lejos y nos llegan esas imágenes y nos da el baremo de lo que la gente piensa de nuestro de partido, de que estamos levantando expectación, pero eso siempre tiene una doble lectura: hay que aportar también tranquilidad porque son chavales muy jóvenes. Hay que reconocer el trabajo que hacen, pero sobre todo quedarse con el proceso. Las fotos están bien, pero el trabajo es el que hace llegar hasta aquí, es el cómo. Eso es lo que queremos transmitirles.

¿Cómo se gestiona un vestuario de adolescentes con tal atención mediática?

Pues con normalidad. Les comento que hoy hay muchos amigos y mucha gente que les escribe y felicita, pero que en el fútbol las cosas van y vienen, que no siempre va a ser así y que hay que estar preparados para todo. El trabajo les lleva a esto, no es circunstancial. Cuanto más le dé yo al fútbol, más me va a devolver. Que no valoren solo lo que significan ahora todas esas felicitaciones. Cuando ganas, eres el más guapo, más alto, más rubio, pero la verdad es que no solo ganar, es que con tu trabajo vayas subiendo cada vez más peldaños y eso es lo que me gustaría que los jugadores percibiesen.

¿Utilizó con ellos la referencia de 1996, el Dépor campeón, aunque luego muchos no llegasen a la élite?

En once meses que llevamos con ellos en el día a día siempre utilizamos símiles diferentes y no solo esos de jugadores que consiguen cosas a nivel juvenil y luego nada, sino también al revés. Hay futbolistas que con su trabajo han pasado de categorías muy modestas siendo ya séniors hasta el fútbol profesional. Que vean que el camino se recorre en los dos sentidos y que eso les lleve a no dejar nunca de trabajar.

No le gusta personalizar, pero es increíble ver a un cadete como David Mella rendir así...

Sí, pero es una gran satisfacción por todos, no solo en el caso de David, que está demostrando que puede competir. En cada eliminatoria que pasamos o después de cada partido con trascendencia, se ha tendido a personalizar en diferentes jugadores, eso es lo importante. Un día en un otro, otro en otro. Todos van creciendo. Ayer (por el jueves) que el gol lo metiese Fito, que ha estado lesionado gran parte del año, es una satisfacción grandísima. Y no solo el tanto es que hizo un partido muy bueno. Durante muchos meses no fue titular en ningún partido, tuvo una lesión de rodilla importante. Todo eso significa que el grupo es más fuerte que cada jugador.

La afición está emocionada con esta camada y suele haber poca paciencia. Sería un error correr, ¿no?

Hay que ir con calma. Cada futbolista tendrá un proceso diferente en la maduración y en las oportunidades. A uno le saldrá bien a la primera, a otro no. Con estos jugadores no hay que subir las escaleras de cuatro en cuatro porque tienes más posibilidades de pegártela, de caerte de morros, sino de una en una. Algunos tendrán más aceleración, otros menos. Cada caso será diferente

¿Sigue compaginando el fútbol con la empresa de transportes? ¿Sigue conduciendo autocares?

Sí. Tengo claro cuál es mi trabajo, pero el fútbol es mi pasión y le dedico muchísimas horas y muchas veces quitándosela a la familia. Sigo compaginando ambas cosas. Entrenamos a las cinco de la tarde y con la empresa estoy por la mañana y con el móvil a tiempo completo. Estoy en la oficina y hago el transporte escolar todos los días por la mañana. A todo el mundo le gustaría hacer de su pasión su profesión. Sería un sueño hecho realidad, pero la situación en el fútbol es la que es y la inestabilidad es la que es. Mientras podamos compaginarlo, trataremos de hacerlo y si alguna vez hay que dar un paso hacia un lado o hacia otro, habrá que hacerlo.