El Deportivo ensució el sábado en Irún una actuación meritoria con un par de borrones que al final terminarían por arruinando todo el conjunto. Le pasó antes contra Unionistas, una semana después contra la SD Logroñés y volvió a sucederle frente al Real Unión. Demasiados errores para un equipo que aspira a dominar su grupo con autoridad y que han provocado un importante bache de resultados. El Deportivo acumula ya tres jornadas sin ganar, pero busca consuelo en sus propios méritos frente a los de sus rivales para justificar que solo ha sumado un punto de los últimos nueve en juego. Fallos como los de Irún, sin embargo, condicionan hasta las actuaciones más redondas.

Juego frente a resultado. El equipo de Borja Jiménez firmó ante el Real Unión un partido muy completo y su análisis no debería estar sujeto al marcador final, como tampoco debería minimizarse la derrota en base al juego desplegado. El Deportivo mostró recursos y tuvo las ocasiones suficientes como para no regresar de vacío de Irún, pero insistió en esos problemas que ensombrecen sus actuaciones. El inicio de las jugadas ha dejado dudas en las últimas jornadas y el problema se agudizó al poco de arrancar el compromiso en el Stadium Gal.

Problemas para iniciar el juego. Borja Jiménez ha insistido en Álex Bergantiños como el jugador que debe comenzar las jugadas, pero su rendimiento ha decaído en los compromisos más recientes. El Real Unión parecía tenerlo identificado y apretó al Deportivo en la salida en los primeros minutos del partido del sábado, hasta que encontró el premio en una cesión comprometida de Jaime al capitán, mal perfilado y blando cuando le encimaron. En el capítulo de méritos, hay que anotarle ese al Real Unión, que a partir de ahí encontró el escenario en el partido con el que quizá había soñado.

Acoso y derribo. Lo más probable es que el conjunto vasco también contara con que a partir de entonces sufriría una avalancha por parte del Deportivo. El equipo de Borja Jiménez se volcó sobre la portería irundarra haciendo valer su superioridad técnica. Hubo más empuje que juego por parte de los blanquiazules, que se apoyaron sobre todo en la inspiración de William de Camargo para empezar a acumular llegadas y oportunidades.

Falta de puntería y castigo. Al Deportivo le faltó una vez más efectividad, igual que contra la SD Logroñés una semana antes en Riazor. Toda la que mostró el equipo en las primeras jornadas parece haberse esfumado de golpe y solo encontró el gol después de una acción meritoria de Noel. Tiene estrella el juvenil, hábil para interpretar una acción en la que la defensa del Real Unión se hundió sobre su portería y lo dejó desatendido cerca del punto de penalti. El Deportivo, sin embargo, desperdició todo el esfuerzo que le había costado conseguir el empate con otra mala acción en defensa. El equipo se partió y dejó un solar en el centro del campo que aprovechó el Real Unión en una contra. Dos méritos de los vascos para llevarse el partido frente a los muchos del Dépor.