Hace solo tres semanas, el pasado 26 de enero, el Deportivo afianzó su liderato con una apurada victoria en Zamora (0-1), la quinta consecutiva, que le permitió consolidar sus seis puntos de margen sobre su inmediato perseguidor, el Racing de Santander. Desde entonces, no ha vuelto a sumar. Venía de una racha de resultados sobresaliente, nada más y nada menos que trece jornadas consecutivas invicto, pero las derrotas ante Real Unión (1-2), SD Logroñés (1-0) y Racing (0-1) han dejado a los blanquiazules sin colchón. De hecho, ya no dependen de sí mismos para ganar la liga y sellar de manera directa el billete a Segunda División.

Siguen en lo más alto de la tabla, pero ahora con solo dos puntos de ventaja sobre el equipo cántabro, que tiene pendiente de disputar su partido aplazado de la jornada 22 contra la Cultural por los casos positivos por COVID detectados en la plantilla leonesa. Si el Racing gana ese encuentro pendiente en El Sardinero, adelantará al Deportivo en la clasificación. Su victoria de ayer en Riazor le permite a los cántabros, además, ganar el golaveraje particular con el conjunto coruñés, que no pasó del empate en su visita de la primera vuelta a Santander.

De dominar con rotundidad la categoría, lanzado hacia el objetivo del ascenso, el Dépor ha pasado en tres semanas a ser un líder con asterisco después de estas tres derrotas consecutivas. Y no solo porque el Racing ya depende de sí mismo para acabar primero. También porque hay otros equipos que están sumando mucho y han apretado la zona noble de la tabla. Después del Dépor (46 puntos) y Racing (44 con un partido menos), ya asoman la cabeza Unionistas y Celta B, a seis del líder, e incluso la UD Logroñés, a siete de la cabeza. Tras el durísimo palo de ayer, el equipo coruñés recibirá el domingo al Calahorra sin más margen para seguir fallando. Queda mucho, pero debe reaccionar ya.