La Opinión de A Coruña

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Kuki Zalazar abre la veda antes de que se cierre el mercado del Deportivo

Firma por dos años y redondea la segunda línea | El club coruñés rastrea el resto de mercado de arietes con Max Svensson como opción principal | Fichar un central, otra gestión en marcha

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Kuki Zalazar ya se entrena con sus nuevos compañeros del Deportivo Casteleiro | Roller Agencia

El Dépor pisa el acelerador en un mercado en el que se le ha acumulado el trabajo y que recuerda a otro tiempo. La llegada de Kuki Zalazar para cerrar el juego de bandas abre la veda de unas horas intensas en la que el equipo coruñés debe encontrar un delantero (Max Svensson es la opción que se trabaja tras descartar a Lucas), buscarle una salida a Héctor Hernández e incluso contratar un central que acompañe a Lapeña, Jaime y Granero. Todo en un día, lo queda para que se baje el telón del periodo de pases, y con el condicionante clave del overbooking de fichas sénior que hay en la plantilla. Esta noche, a las 00.00, habrá acabado todo. No va más. Al menos en teoría, porque siempre quedará el mercado de futbolistas en paro, cada vez con más oferta en los últimos años.

La opción de Zalazar se reactivó en el Deportivo tras el fichaje de Raúl Sánchez por el Castellón. Desviaron al madrileño de Riazor la negativa coruñesa a pagar los 100.000 euros en caso de ascenso que reclamaba el Ibiza y la fuerte apuesta que se hizo desde Castalia pagando por su traspaso y ofreciéndole un contrato hasta 2027, algo contra natura en la actual Primera Federación y en las antípodas de las apuestas a medio y corto plazo del Deportivo. En unos días, el equipo coruñés rescató pues la vieja aspiración de traerse hasta A Coruña al uruguayo, hijo del mítico medio del Albacete de los años 90 y que subió en 1991 a Primera con los manchegos de la mano del Dépor de Arsenio.

Kuki Zalazar, de 24 años, llega con la carta de libertad bajo el brazo y se compromete con los coruñeses hasta el 30 de junio de 2024. El zurdo, criado futbolísticamente en España, ha pasado por la cantera del Málaga y, posteriormente, por el Cartagena, el Valladolid y sus divisiones inferiores y la Ponferradina, club en el que ha jugado 26 partidos en Segunda entre la pasada temporada y los pocos partidos de este recién estrenado ejercicio. Su fichaje responde al deseo de completar el juego de bandas del primer equipo para el que Borja ya contaba con Alberto Quiles, Víctor Narro e Ibai Gómez, de manera eventual, con Mario Soriano, Rubén Díez, y con Yeremay Hernández y David Mella como opciones de la cantera. Zalazar ya estuvo ayer por la tarde a las órdenes de Borja y es uno más para entrar en la lista del partido del sábado tras hacer una destacable pretemporada con la Ponferradina y jugar ya dos partidos de liga.

El Deportivo tiene tres frentes más abiertos, aunque sus esfuerzos se centran en la llegada del delantero con Svensson como opción primordial tras descartar a Lucas. Se impone un plan b que había ido ganando peso con el paso de las horas. De manera paralela, la secretaría técnica busca con ahínco un acuerdo para certificar la salida de Héctor Hernández vía rescisión de contrato (acaba en junio). De hecho, necesita su adiós para poder inscribir a un ariete senior tras el fichaje de Zalazar, que ha copado este tipo de fichas. Las opciones que han llegado no han convencido al jugador y al Dépor. Tampoco olvida la entidad reforzar la zaga. El central de 20 años José Marsà, del Sporting de Portugal, ex de la Masía, es una de los jugadores que se han tanteado, pero no es una operación sencilla.

Lucho: “Es un jugador de Segunda División. Fue el mejor futbolista de la pretemporada de la Ponferradina”

Quien mejor conoce las cualidades de Kuki Zalazar y sabe si se pueden adaptar a lo que necesita el Dépor y Riazor es Lucho García. El que fuera meta del equipo coruñés compartió vestuario con él hasta hace un mes en Ponferrada y sigue sin entender muy bien cómo en el Toralín le dejaron marchar. “Me sorprende que lo dejen ir después de la pretemporada que hizo, fue el mejor. Imagino que, al ver que en estos partidos no estaba jugando mucho, pidió salir. Si hay un equipo para bajar de categoría es el Dépor, claro”, asegura convencido el meta, ahora en el Rayo Majadahonda. Le augura grandes tardes en A Coruña. “En cuanto coja ritmo, empiece a jugar y esté con confianza, no va a haber quien lo pare. En Riazor se va a ganar a la gente porque tiene calidad. Es un jugador de Segunda. Y tiene un golpeo...”, relata repasando mentalmente las cualidades de un futbolista que hasta hace poco sufría en los entrenamientos. De lo que duda es de su capacidad de adaptación a una hipotética reconversión a falso nueve. “De delantero no lo vi jugar nunca, pero de mediapunta, segundo punta o de extremo que se mete hacia adentro y tira, sí. A la mínima dispara. Tiene gol. Eso sí, en punta, nunca, aunque igual luego lo pones y las enchufa todas”, concede. Más allá de sus cualidades futbolísticas, el Dépor se lleva un jugador que, a su juicio, no le dará quebraderos de cabeza, aunque no goce de la confianza de Borja: “Es un currante, muy serio, muy tranquilo. Tiene 24 años y dos hijos, siempre con su chica. No va a dar problemas. En el vestuario va poco a poco cogiendo confianza y se lleva bien con todo el mundo. El año pasado no jugaba, pero se entrenaba siempre fuerte, nunca fue problemático”.

Una plantilla de 22 o 23 futbolistas

Los movimientos de mercado ya efectuados y los que pretende abocan al Dépor a una plantilla de 22 o 23 futbolistas en la que agotará las 18 fichas senior, a las que sumará cuatro o cinco sub 23. La llegada de ese central es la que puede ampliar la nómina, que aun así aún así tendría una plaza vacante, ya que puede contar con 24 al disponer de tres metas, uno de ellos sub 23. El club ha realizado diez fichajes y aún busca hacer dos más y ha recuperado, cuando ya habían acabado sus contratos, a Jaime, Antoñito y Mario Soriano.

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