Borja Jiménez descartó está mañana una revolución en el equipo para la visita al Celta B el sábado en Balaídos a pesar de las dudas que ha dejado el juego en los tres primeros partidos. "No creo que sea muy diferente porque no creo que todo esté mal. Hay jugadores que llevan quince entrenamientos. Tenemos gente que está terminando de integrarse. Es momento que todos demuestren por qué están aquí", afirmó el técnico en su comparecencia previa al encuentro.

Borja destacó que la presión la volverá a tener una vez más el Deportivo ante el filial del su rival histórico. "Está claro que se nos recuerda mucho más lo que pasó el año pasado que la victoria en la primera jornada. Si ganamos se va a ver normal y si perdemos no", reflexionó.

El encuentro llega marcado por los incidentes del curso pasado y la invasión de campo que se produjo al final. Aún así Borja Jiménez descartó un ánimo de revancha. "A nivel personal, no es cuestión de revancha. No me gustaría que se volviera a repetir esa imagen. Lo que me gustaría es ganar el partido porque para nuestra afición es más doloroso lo que supondría no ganar ese partido", razonó.