Villares: “Parece que llevo más tiempo”

De un día para otro pasó del Fabril al primer equipo del Dépor y desde su debut en Coruxo, hoy hace justo dos años, ya suma 70 partidos en constante crecimiento, sobre todo “a nivel de madurez y de entender mejor el fútbol”

Diego Villares, en las instalaciones de Abegondo.

Diego Villares, en las instalaciones de Abegondo. / Arcay / Roller Agencia

“Era domingo, estaba dando un paseo y me llamó Barritos para que fuera a entrenar al día siguiente con el primer equipo”. Así recuerda Diego Villares cómo empezó la semana que cambió su vida, la del inesperado salto del Fabril al Deportivo a mitad de temporada. Al domingo siguiente debutaba en O Vao a las órdenes de Rubén de la Barrera. Hoy se cumplen dos años de aquel Coruxo-Deportivo, el primero de los 70 partidos que el centrocampista ya acumula de blanquiazul en la categoría de bronce. “Parece que llevo más tiempo —reconocía en una reciente entrevista en LA OPINIÓN—, yo creo que es también por esa media temporada, que me pareció como si fuese completa”.

Se refiere a esa campaña tan atípica en Segunda B, la 2020-21, en la que el club optó por cerrar enero inscribiendo con el primer equipo a dos futbolistas del Fabril —Rayco Rodríguez y Diego Villares— ante la incapacidad de hacer más fichajes que el de Raí Nascimento en el mercado invernal. Acababan de salir Diego Rolan y Rui Costa, y hacían falta refuerzos, así que la puerta se le abrió de golpe tanto al atacante canario, actualmente en las filas del Amorebieta tras jugar la pasada campaña en Unionistas, como al centrocampista gallego, convertido por méritos propios en uno de los grandes pilares del actual Deportivo. Dos años de crecimiento continuo hasta llegar a esos 70 encuentros, 61 de ellos titular, como el del pasado sábado contra el Mérida en Riazor.

Cuando recibió esa llamada del entonces delegado del primer equipo, Juan Ángel Barros Botana, no se esperaba en absoluto ese salto inmediato al Dépor desde el Fabril: “Yo en ese momento no me lo imaginaba, ni lo podía pensar”. Fue al día siguiente, el lunes en Abegondo, cuando el secretario técnico, Alfonso Serrano —actual director deportivo del Albacete— le comunicó que iba a tener ficha con los mayores. “En ese momento estaba pensando en entrenar, en hacer las cosas que tenía que hacer, pero luego al llegar a casa ya te empiezas a dar cuenta, ya te empieza la gente a hablar. Se lo dije a mis padres, a mi familia, y ahí ya te das un poquito más de cuenta”, relata el lucense al describir cómo se sintió al ver cumplido el sueño de todo canterano en Abegondo: dar el salto al Dépor.

Seis días después, el 7 de febrero de 2022, entró por Celso Borges en el descanso de O Vao, cuando el Dépor ya perdía por dos goles ante el Coruxo. Pese al duro marcador final —el 2-0 no se movió en la segunda parte— Villares nunca olvidará aquella experiencia, la de su estreno. “Me acuerdo perfectamente porque era todavía etapa COVID, no de la más dura pero sí que todavía no había banquillos, estábamos en la grada y con mascarillas. Me acuerdo sobre todo de esa semana previa, con mucha revolución, porque empecé a entrenar el lunes y el domingo ya a jugar. En cuanto a eso, sí que se me pasó todo muy rápido”, indica el futbolista.

Fue su primer y único partido suplente con De la Barrera. Los restantes once los jugó todos desde el inicio. Un fijo para el técnico coruñés, igual que para Borja Jiménez la pasada campaña y en las primeras siete jornadas de la actual, hasta su destitución, lo mismo que ahora con Óscar Cano, quien llegó a utilizarlo incluso de lateral derecho. El chico para todo del Dépor agradece a los tres entrenadores lo mucho que le han aportado para enriquecer sus cualidades. “De Rubén me quedaría con la confianza que puso en mí. Habló Alfonso conmigo y después habló Rubén y me dijo que me había visto jugar, que sabía de lo que era capaz y que lo demostrara aquí. Esa confianza me ayudó muchísimo a poder jugar suelto”.

“De Borja me podría quedar con la presión al mediocentro en el sector derecho, esa presión que a veces hago con Quiles —argumenta Diego Villares sobre su etapa a las órdenes del entrenador abulense—. Y ahora de Óscar, sobre todo jugar más cerca de la gente de dentro, no jugar tan separados para que la distancia entre nosotros sea menor y no sea tan difícil llegar a la portería contraria”.

Dos años después de su estreno en Coruxo, el mediocentro se siente mejor futbolista que entonces, “sobre todo a nivel de madurez y en cuanto a entender el fútbol de forma distinta”. “Creo que lo entiendo mejor”, resume Diego Villares, que a sus 26 años entra en la etapa de su plenitud futbolística con ganas de seguir ayudando al Deportivo muchas temporadas más, como mínimo hasta 2025, que es cuando finaliza su actual contrato.

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Diego Villares es uno de los cuatro futbolistas del Deportivo que suman cuatro amarillas y que, por lo tanto, están a una sola cartulina de tener que cumplir un partido de sanción. En la misma situación se encuentran Isi Gómez, Alberto Quiles y Antoñito, todos ellos al borde de la suspensión, como Villares. De momento, todos ellos estarán a disposición de Óscar Cano para la visita del domingo (12.00 horas) a Matapiñonera, donde el Dépor buscará un triunfo ante el Sanse para marcar un punto de inflexión en su rendimiento fuera de casa, la gran asignatura pendiente de la temporada. Para ese choque el técnico andaluz no podrá contar con Rubén Díez, que vio la quinta cartulina en el encuentro del pasado fin de semana contra el Mérida disputado en Riazor. Por lo tanto, Cano tendrá que recomponer el centro del campo ante la baja del aragonés. Mario Soriano e Isi Gómez son los principales candidatos a entrar en la alineación titular en lugar de Rubén Díez. Todos los demás en principio están disponibles, salvo Raúl Carnero, que sigue recuperándose de su lesión muscular y aún no comenzó su reincorporación al grupo. Cuatro amarillas y cuatro tantos lleva Villares esta temporada, en la que está desplegando su versión más ofensiva realizando una presión muy adelantada que le está dando frutos en forma de goles, como los que anotó en Riazor ante el Racing de Ferrol o en la visita a Ceuta. Antes también le marcó al Celta B fuera y al Talavera en casa, pero si tuviera que elegir uno se queda con el del Racing, “por el tema del derbi y de abrir el marcador”. Sus goles ocupan un lugar destacado en el ranking de sus mejores momentos en estos dos años con el primer equipo, pero Villares valora mucho el día a día. “Tengo muchos buenos momentos, lo disfruto bastante semana a semana”, apunta.

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