De la Barrera, con un máster en ‘play offs’

Rubén de la Barrera afrontará a partir del domingo el que será su cuarto play off de ascenso. Lo hará con el Deportivodespués de cruzarse en el camino del equipo de su corazón la temporada pasada para negarle el regreso al fútbol profesional sentado en el banquillo del Albacete. Antes había afrontado el mismo reto en la Cultural Leonesa y en el modesto Guijuelo, donde firmaría la mejor campaña de la historia del conjunto salmantino y rozaría un ascenso que lo colocaría en el mapa futbolístico español como uno de los técnicos jóvenes más prometedores.

Lo confirmaría después en la Cultural con el regreso del club leonés a Segunda División más de 40 años después. Por entonces era ya alguien con cierto nombre en la categoría, según recuerda Ángel Bastos, actualmente en las filas del Pontevedra y que estuvo a las órdenes del coruñés en León. “Había hecho cosas en el fútbol, porque al Guijuelo lo había metido en play off y en el Valladolid B había hecho buena temporada”, recuerda el defensa.

La Cultural afrontaba una oportunidad histórica después de más de cuatro décadas alejado del fútbol profesional, pero De la Barrera afrontaría como una más aquella doble cita contra el filial del Barcelona por el ascenso después de que su equipo quedara campeón. “Con nosotros no hizo nada especial, lo encaró como cualquier otro partido de liga importante de los que habíamos tenido. Ya tenía mucho trabajo hecho en ese equipo porque jugábamos muy, muy bien. Al final salió”, expone Bastos.

Repetiría con un ascenso de recuerdo doloroso para el Deportivo el curso pasado al mando del Albacete y solo falló con el Guijuelo en una promoción que ya era de por sí un premio para el modesto equipo de la provincia de Salamanca. A partir de este fin de semana afronta el mayor de los desafíos en el equipo de su corazón.

Riazor, blindado para la ida

La presión se multiplicará en una cita ya de por sí exigente, a todo o nada y sin demasiado margen de error a pesar de que se recuperan las eliminatorias a doble partido. “Habíamos quedado primeros y por entonces el primero tenía como una doble oportunidad, si perdías en la primera ronda te reenganchabas después con el resto. Hay muchos nervios, porque te juegas toda la temporada, lo ves muy cerca y hay que saber llevar esa presión, pero si hay alguien experto en play offs, y aparte positivos, yo creo que es Rubén”, asegura Ángel Bastos.

Aquella era una Cultural muy rodada y construida a la medida del técnico, como también lo eran el Guijuelo en la 2013-14 y su Albacete del curso pasado. No sucede eso con el Dépor, al que ha llegado de urgencia, pero Bastos no cree que le perjudique para afrontar este play off. “El equipo desde el primer momento creía en la idea que traía Rubén, que era muy atractiva. Quizá en Segunda nos penalizó que los rivales tenían más calidad y cuando perdíamos el balón nos castigaban. Supongo que será difícil ahora para él, porque no recuerdo que Rubén llegara a mitad de temporada a ningún equipo, solo al Dépor en su etapa anterior y con mucho más tiempo. A él le gusta trabajar con proyectos, pero es muy buen entrenador y te mete sus conceptos desde el primer entrenamiento. Ahí hay gente que ya ha trabajado con él y no creo tampoco que le importe simplificar un poco todo para sacar rendimiento inmediato”, apunta.

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