Fútbol - Deportivo

Ayman y Amin, gemelos de Foz y versos sueltos del Juvenil del Dépor

“Son disciplinados, educados y tienen potencial”, apunta Roberto Trashorras

Amin dispara a puerta en Abegondo. |  // CASTELEIRO//ROLLER AGENCIA

Amin dispara a puerta en Abegondo. | // CASTELEIRO//ROLLER AGENCIA / Casteleiro/Roller Agencia

Carlos Miranda

Carlos Miranda

Con el Fabril en Segunda RFEF, el Deportivo ha distanciado el salto desde el Juvenil A y este año le ha tocado revolucionar el equipo de Manuel Pablo desde sus cimientos. Adiós a la generación de 2004 y quedarán rescoldos de la 2005, pero sobre todo será el momento de que empiecen a asomar los futbolistas nacidos en 2006, 2007 y hasta 2008, siempre desde la promoción interna como camino principal. En ese ambiente de caras conocidas en un contexto diferente, sobresalen en los primeros días de trabajo los nombres de Amin Mustapha Rajouani y Ayman Mustapha Rajouani (2005), gemelos de Fazoura (Foz) en A Mariña, de origen marroquí y provenientes del Lugo, los dos únicos fichajes para el tercer equipo blanquiazul.

“Han tenido una progresión muy buena. Son dos muy buenos fichajes”, apunta Roberto Trashorras, ex de Barcelona y Real Madrid y que entrenó a ambos hace dos temporadas en su primera experiencia en el juvenil del Lugo. “Son muy disciplinados, educados y buenos chicos. Las carencias que tenían las han ido puliendo y su rendimiento ha sido muy bueno”, asegura el ex pivote de dos jugadores eminentemente físicos.

A Amin, que puede jugar de central y de lateral, lo define como “un defensa duro, contundente y muy serio” y relata cuál fue el proceso que llevó acabo con él para pulir sus cualidades. “Cuando llegué sí que tenía más carencias para sacar el balón y para escoger el hombre libre, para tener esa capacidad para escoger mejor. Trabajamos mucho con él. Mejoró una barbaridad”, asiente y abunda en sus condiciones. “Va muy bien al corte; es duro, fuerte. Muy disciplinado. Le faltaba capacidad para tener una mejor salida de balón y, con los partidos y los entrenos, se lo fuimos enseñando y lo fue cogiendo”, relata.

Ayman se mueve en posiciones ofensivas y es un jugador totalmente diferente. Su potencial estaba ahí y decidieron hacer un trabajo también con él que ha dado sus frutos. “Es un chico que venía haciendo muchos goles en las categorías inferiores. Su calidad técnica es muy buena y se asocia muy bien, cuenta con un buen golpeo”, pone en antecedentes y se pregunta y responde. “¿Qué le faltaba? Ser competitivo, ganar más duelos, ser más fuerte e intenso. Se lo intentamos inculcar ese primer año que estuvimos con él y dio un paso adelante. Ganaba la pelota de espaldas, era capaz de imponerse. Conmigo acabó marcando diez, once o doce goles”, cuenta.

Amin y Ayman afrontan sus primeros días en el Deportivo tras estar nueve años ligados al Lugo. Seguían en Foz e iban y venían para cada entrenamiento a la capital provincial. Dejan un equipo juvenil rojiblanco en el que, entre Dépor, Celta y Levante, les ficharon a siete jugadores. Ahora ellos dos vivirán en la residencia del Dépor y su segunda casa será Abegondo. Llega uno para suplir el déficit de centrales tras las fugas de futbolistas como Lucas Taibo o Jorge Oreiro y el otro para añadir un elemento más al ataque blanquiazul. Sus padres llevan más de veinte años en Galicia y ahora ellos emprenden un viaje mucho más corto que anhelan que les depare un futuro en el mundo del fútbol. Deberán hacerse hueco y ayudar a un equipo joven, pero con campeones nacionales e internacionales en categorías inferiores de España. Abegondo nunca se detiene.

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