Castigo para Lucas, el Dépor no se rinde

Competición le sanciona con dos partidos tras no atender las alegaciones del club coruñés, decidido a recurrir | “Es punible, pero si hablamos de dureza, haría falta algo más para expulsarle”, apunta Soriano

Lucas habla y gesticula ya en la banda tras ser expulsado ante el Teruel. |  // CARLOS PARDELLAS

Lucas habla y gesticula ya en la banda tras ser expulsado ante el Teruel. | // CARLOS PARDELLAS / Carlos Miranda

Carlos Miranda

Carlos Miranda

Intentó evitarlo y no lo consiguió. El Comité de Competición de la RFEF emitió una resolución con la que dictaminó una sanción de dos partidos a Lucas tras haber visto una tarjeta roja ante el Teruel por dar una patada a un rival sin el balón en juego. Es la sanción que entiende adecuada el juez en virtud de la aplicación del artículo 130.2 del código disciplinario de la RFEF, al desestimar lo esgrimido por el Dépor en sus alegaciones y dar verosimilitud a lo recogido en el escrito del colegiado.

El Deportivo buscó que el castigo fuese menor. Unas horas antes verbalizaba por boca su director deportivo Fernando Soriano ese anhelo de que fuese tan solo un partido. El Dépor, según la RFEF, adujo en su escrito preventivo que Lucas “no llega a impactar ni golpear al jugador rival y que el jugador rival no cayó derribado hasta pasado mucho tiempo”. Añade que, “como se puede comprobar en la prueba videográfica adjunta, el jugador del equipo rival, con carácter previo a la acción del jugador local, realiza una agresión con su cabeza, cuerpo y hombro a Lucas Pérez sin estar el balón en juego, la cual no fue objeto de valoración por parte del árbitro, lo que provocó la reacción del jugador del equipo local”. También relata que “el jugador protagonista de la infracción una vez concluido el encuentro manifestó su arrepentimiento y profesó disculpas con relación a la acción protagonizada”. El Dépor recurrirá ante Apelación con el anhelo de que la sanción sea rebajada. De momento, es baja ante Unionistas y Cornellà.

Este golpe para el Dépor llegó horas después de que su director deportivo enjuiciase la acción y estableciese en qué punto se encuentra la relación del club con los colegiados. “Ha ocurrido otra acción que es punible (esa roja), porque está ahí y se ve. Si hablamos del grado de la dureza, de cómo se cae el jugador del Teruel a los 25 segundos, a lo mejor para expulsar a alguien haría falta algo más, pero es una interpretación”, analiza.

Todo en un clima de animadversión o de estado de alerta en el Deportivo ante los árbitros. Hace una semana Soriano expresaba su malestar, hoy no da marcha atrás. “Arrepentirse de algo en lo que todos estamos de acuerdo no lo voy a hacer. Vamos a intentar que el equipo se centre en ganar, porque esta situación no ayuda. No dejaré de decir que estamos pendientes, porque son importantes este tipo decisiones, porque repercuten en el desarrollo del juego y del partido y, en ese sentido, sabemos la dificultad que tiene llevar un partido cuando eres árbitro y desear que se desarrolle de la mejor manera, de la más igualitaria posible y que no seamos ni beneficiados ni perjudicados”, razona.

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El Deportivo de Imanol Idiakez vive estas primeras semamas de campeonato entre los accidentes, las buenas sensaciones que desprende su juego y el proyecto, la goleada de Lugo y los dos empates ante equipos menores en Riazor. Un coctel de difícil análisis para Fernando Soriano. Al Dépor lo contextualiza su director deportivo con sus fortalezas y debilidades y con ese punto de cordura que debe imperar cuando solo se han disputado tres partidos de liga. “Todo el equipo defendiendo muestra una solidez importante y, ofensivamente, fuera tuvimos acierto y en casa se ha generado bastante y se ha tirado y no ha sido suficiente. Somos conscientes de que debemos hacer más para conseguir la victoria y ya está”, concluye sin olvidar la exigencia que tiene que imperar en un equipo como el coruñés, pero también el equilibrio real y la seguridad que desprende el Deportivo más allá de los puntos y los triunfos. “La sensación es positiva. Lo que me guía es la identidad y la intención del equipo, que siempre ha ido a ganar los partidos, incluso en los sesenta minutos que estuvo con diez jugadores (ante el Teruel). En ningún momento retrocedió o esperó, todo lo contrario: siguió llevando el peso del partido en campo rival y generando ocasiones. Es por lo que nos debemos guiar. ¿Acierto o no en el remate? Que duda cabe que llegará”, concluye.