‘La banda’ se abre hueco en el Dépor

Dani Barcia, David Mella y Yeremay, campeones de España en juveniles, coincidieron como titulares y fueron decisivos ante la Ponferradina

Han derribado la puerta y Riazor se puso en pie por ellos

Yeremay Hernández y David Mella, junto a José Ángel, saltan al campo en Riazor antes del partido ante la Ponferradina. |  // RCD

Yeremay Hernández y David Mella, junto a José Ángel, saltan al campo en Riazor antes del partido ante la Ponferradina. | // RCD / xane silveira

Xane Silveira

Xane Silveira

Fueron los mejores en un verano de aquellos que dejan huella en la retina. A base de un fútbol emocionante y la entrega que crea adeptos se ganaron una página en la historia del Dépor. También un pequeño hueco en el corazón de su afición, deseosos de ver a aquellos niños, algún día, en el primer equipo. En Marbella, en 2021, ante las mejores canteras de España, la banda tocó su mejor música. Camino del tercer aniversario de la Copa de Campeones, la segunda en las vitrinas blanquiazules, tres de los jugadores que participaron en aquella final ante el Barça (Barcia, Yeremay y Mella) fueron titulares y decisivos frente a la Ponferradina. Tiraron la puerta abajo.

Es la segunda vez que coincide un trío de aquel equipo campeón en el once de los mayores. En la otra ocasión fue con Rubén de la Barrera para cerrar la liga pasada en Pontevedra en un duelo intrascendente. Esta vez fue ante el líder.

Idiakez necesitaba una revolución para levantar a un Dépor en horas bajas y encontró la mejor respuesta en casa. Barcia, que ya había demostrado ante el Tenerife que nada le pesaba, suplió a Pablo Martínez con soltura y suficiencia como si fuera otro día más en la oficina. Por delante, Yeremay, ya recuperado y con el 10, continúa paso a paso encontrando su versión más eléctrica, esa que en verano despegó hasta tocar cima en Lugo. A su derecha, y muchas veces conectando el uno con el otro, Mella. La pulga que se coló en edad cadete en aquella generación de oro volvió a driblar como si no hubiesen pasado las categorías. Los tres jugaron una final que prendió la llama de la ilusión en la grada y ahora se ha convertido en realidad.

La victoria del Dépor ante la Ponferradina dejó muchas lecturas. Una conclusión ineludible fue el impacto de los tres canteranos en el juego. En especial, un Mella que fue asistente en el primer gol y que provocó el penalti que sentenció el partido.

De aquella plantilla que hizo historia todavía permanecen varios jugadores en la estructura del club. Brais Suárez, Hugo Ríos, Brais Val, Jairo o Mario Nájera continúan su camino y crecimiento en el Fabril. Además, Álvaro Trilli y Noel López tocaron el primer equipo en las últimas dos temporadas formando parte completa del mismo. El primero abandonó el club este verano rumbo a Barcelona y el segundo lo hizo un año antes, con dirección a la capital. También estaba aquel día Guille Bueno, a quien el club trató de retener, pero que hizo las maletas para marcharse al Borussia Dortmund el mismo verano de 2021. Fito, Mario Domínguez, Víctor o Clouston, entre otros, ya no continúan.

El domingo en Riazor la grada coreó con fuerza sus nombres cuando sonaron por primera vez en el videomarcador. Los niños eran titulares en un Dépor que requería atrevimiento, valentía y arrojo. Con el cambio de David Mella primero y de Yeremay después, el estadio se puso en pie para ovacionar a sus pequeños ídolos. La cantera es orgullo y sinónimo de pertenencia. Un retrato hecho a pincel para los que más sienten el blanquiazul.

Desde hace años se pide una puerta para que los más jóvenes tengan algo que derribar. La generación de oro, la campeona, la ha encontrado a tiempo para poner su granito de arena en el renacer del Dépor tras cuatro años lejos del fútbol profesional. A tiempo para devolver al club al lugar que le pertenece y poder crecer de la mano. “Yo ciego no soy, a mí me gustan los buenos”, comentó Idiakez al acabar. La banda puso la música y Riazor, que llevaba tiempo deseándolo, bailó al ritmo de sus pequeños.