La Sareb retira de la venta un esqueleto de la avenida de Fisterra que ofrecía por 3,6 millones

La entidad estatal achaca a un “error” su salida al mercado, situación que ya se produjo el pasado mes de octubre | El inmueble está destinado a 134 viviendas | Su entorno y el del edificio contiguo acaba de ser urbanizado

En primer término, edificio número 376 de la avenida de Fisterra, situado en el lugar de A Fontenova.   | // CARLOS PARDELLAS

En primer término, edificio número 376 de la avenida de Fisterra, situado en el lugar de A Fontenova. | // CARLOS PARDELLAS / J. M. Gutiérrez / R. D. Rodríguez

J. M. Gutiérrez / R. D. Rodríguez

Pocos minutos después de que este periódico solicitara información sobre la venta del edificio número 376 de la avenida de Fisterra, un esqueleto que empezó a construirse en 2008 en el lugar de A Fontenova y permanece inacabado, la Sareb ordenó ayer la retirada de los anuncios sobre esta operación que habían sido publicados en varios portales inmobiliarios, ya que es de su propiedad pero no se aprobó su salida al mercado. El inmueble, de 3.855 metros cuadrados construidos y con capacidad para 134 viviendas, había sido valorado en 3,6 millones de euros y, debido a su estado, sus posibles compradores debían ser promotoras interesadas en su conclusión.

La Sareb informó a este periódico de que la publicación del anuncio fue un “error” por el que se exigirán “responsabilidades”, aunque destacó que en la práctica la venta no habría podido llegar a producirse porque estas operaciones siguen un protocolo en el que es necesaria la aprobación de la entidad, de forma que al presentarse una oferta por el inmueble se habría descubierto la equivocación.

Es la segunda ocasión en la que se anuncia de forma errónea la venta de este edificio, ya que el pasado octubre se colocó sobre la valla metálica que lo rodea un cartel de la inmobiliaria Aliseda, una de las que trabaja habitualmente con la Sareb, en el que se indicaba su disponibilidad. La sociedad también atribuyó en aquel momento ese aviso publicitario a un error, debido a que no estaba preparado para su venta.

El llamado banco malo destacó ayer además que el edificio contiguo a este, también de 134 viviendas pero que está terminado, está siendo objeto de obras y que en el entorno de los dos se realizaron obras de urbanización que aún no han sido recepcionadas por el Concello, lo que hace imposible que el inmueble inconcluso pueda ser puesto a la venta.

La promotora Teconsa fue la que puso en marcha los dos edificios en 2008, pero al año siguiente quebró y posteriormente fue liquidada. Eso hizo que ambos pasaran a manos de la Sareb, que en 2016 sacó a la venta el inacabado, aunque poco después lo retiró del mercado. Durante el mandato municipal de Marea Atlántica el Gobierno local hizo pública su decisión de derribarlo, pero la Sareb recurrió para impedirlo.

El número 380 estaba prácticamente terminado cuando se produjo la quiebra de Teconsa y una parte de sus viviendas fueron habitadas de forma ilegal en 2012 por antiguos residentes en el poblado chabolista de Penamoa y por miembros del movimiento okupa, quienes fueron desalojados finalmente por una orden judicial.

Cuando en febrero del año pasado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció que la Sareb destinaría 50.000 de sus viviendas al alquiler social, el Concello coruñés reclamó en abril que se le cediera el mayor número posible en la ciudad. Entre las propiedades de la entidad estatal que se solicitaron figuraba el edificio 380 de la avenida de Fisterra, aunque esa cesión fue rechazada con el argumento de que las 134 viviendas no se encontraban en condiciones “habitables”.

También detalló que ese inmueble se encontraba en obras y que además era necesario ejecutar las de la urbanización del entorno. Solo dos meses después, algunos de esos pisos fueron incluidos entre los 67 propiedades que la alcaldesa, Inés Rey, y el entonces delegado del Gobierno en Galicia, José Ramón Gómez Besteiro, anunciaron durante la campaña de las elecciones municipales que serían cedidos al Concello.

A principios de marzo la Sareb descartó sin embargo la posibilidad de que se ceda ninguna de las viviendas del inmueble de A Fontenova porque piensa venderlas y únicamente ofrece al Concello y a la Xunta la posibilidad de que las adquieran con carácter preferencial con respecto a otros compradores.

Pero la política municipal sobre las propiedades de la Sareb no pasa por la adquisición, sino porque le sean cedidos o que sea la Xunta la administración que las compre para integrarlas en el parque de viviendas autonómico, según comunicó la alcaldesa al Gobierno gallego. La información facilitada por la entidad pública a este diario es que en Galicia se vendieron 40 viviendas por casi 3,5 millones y que solo una de ellas se ubica en A Coruña, en concreto en el barrio de Monte Alto, y que su destino es el alquiler social. Según la Sareb, el Concello coruñés no compró ninguna de sus propiedades, aunque dice que mantiene con él una relación “fluida”.

El Gobierno local había solicitado también la cesión del edificio de Palavea del que la Sareb fue propietaria de su hipoteca. Ese crédito fue adquirido el año pasado por una empresa, aunque permanece vacío y a la espera de su rehabilitación, después de haber sido ocupado ilegalmente durante meses por personas que causaron molestias a los vecinos. El domingo se produjo allí un pequeño incendio.

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