Fútbol - Deportivo

El Deportivo y los árbitros, condenados a no entenderse

La roja a Davo y el incidente de Benassi agitan el avispero con los colegiados

Pablo Martínez consuela a Davo tras ver la roja en el Deportivo-Fuenlabrada. |  // CARLOS PARDELLAS

Pablo Martínez consuela a Davo tras ver la roja en el Deportivo-Fuenlabrada. | // CARLOS PARDELLAS / Carlos Miranda

Carlos Miranda

Carlos Miranda

La cara de circunstancias de Davo cuando vio la roja y el incidente del director general Massimo Benassi con el trío arbitral en el descanso son las últimas imágenes del desencuentro de este proyecto blanquiazul con los colegiados. Es una incomodidad que ha derivado en enfado y en desconfianza mutua que viene de lejos y que parece tener difícil solución. Se había dado el Dépor una tregua, visto que las protestas públicas y privadas no funcionaban, y han vuelto todos a las andadas.

Todo viene torcido de hace dos temporadas, con varias decisiones controvertidas y con aquel partido aplazado con el Racing de Santander por un brote fantasma de COVID. El descontento era con la Federación, con sus decisiones y con sus colegiados, aglutinados en torno al Comité Técnico de Árbitros.

Con el CTA se reunieron, precisamente, el presidente del Deportivo Álvaro García Diéguez y el director general Massimo Benassi el pasado 24 de octubre en Madrid. En ese encuentro aireado con Medina Cantalejo, los dos representantes blanquiazules le quisieron hacer llegar de primera mano su desacuerdo ante varias decisiones de las primeras semanas del campeonato, cuando el equipo llegó a estar rozando la zona de descenso. Las quejas ya venían de antes, porque en una rueda de prensa previa Fernando Soriano les había mandado una primera misiva pública. “No nos hemos quejado todavía, acabamos de empezar y esperamos que sea circunstancial. Pero si cae siempre la moneda en un sentido (...) Espero que sean solo anécdotas y que no tengamos que lamentarnos ni hablar más del tema”, dijo el director deportivo una semana antes, siguiendo la estela de Idiakez, quien ya había mostrado su malestar.

En el escrito de acusación del Dépor del inicio de la temporada, todo comenzó en la primera jornada con un fuera de juego anulado a Lucas con el que volaron dos puntos ante el Rayo Majadahonda. A la lesión sin sanción de Yeremay en Lugo, le prosiguió otra polémica frente al Teruel: la expulsión de Lucas. En Salamanca, la tibia de Villares sufrió un impacto más agresivo que la desafortunada acción que a Pablo Martínez le costó en Ponferrada la expulsión. Y a Mella le rompieron la nariz.

Al fin de semana siguiente, ante el Cornellà, a Cayarga le anularon un mano a mano ante el portero por otro fuera de juego inexistente. No vieron, sin embargo, el de Clau minutos después. En Fuenlabrada no castigaron la agresión de Lama a Lucas. Y frente a la Ponferradina, además de la roja, reclamaron fuera de juego en el 1-0 y en una jugada que pudo ser el 2-1. Ese día Pablo Vázquez levantó la voz y desde entonces en el Dépor apostaron por el silencio, el cese de las hostilidades y el perfil bajo, mientras llegaba un descanso que parece que nunca terminó de consolidarse.

Recurso con poco futuro

El Dépor preparaba ayer un escrito de alegaciones para presentarle al Juez de la Competición. Pretende desactivar la roja a Davo y minimizar el incidente de Benassi, móvil en mano e identificado por la Policía, con el colegiado y uno de sus asistentes en el descanso del choque. Parece poco probable que el asturiano se pierda menos de dos partidos y que no recaiga una fuerte multa económica a cuenta de lo ocurrido con el dirigente italiano. Del enfado y los dardos públicos del inicio de la temporada a los rescoldos reavivados de este fin de semana, pasando por las quejas en Madrid y una supuesta tregua... De todo ha pasado y nada ha arreglado las desavenencias del Dépor con los árbitros, un estamento con el que, a pesar de todo, el club necesita una buena relación.

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