La gran oportunidad de Dani Barcia

Crece su peso justo cuando Pablo Martínez está próximo a ser de nuevo baja, esta vez ante el Lugo

Será titular dos veces seguidas por primera vez

Renovado y tras pagar peajes, busca ser competencia real

Dani Barcia

Dani Barcia / Arcay | Roller Agencia

Carlos Miranda

Carlos Miranda

Desde que empezó a lucir su zurda por Abegondo cuando la pelota era casi tan grande como él, a Dani Barcia siempre se le ha visto predestinado a jugar con el primer equipo en Riazor. Si él no llegaba, no lo iba a hacer nadie. Si él no pisaba ese césped con los mayores, es que algo fallaba en la cadena de formación, en ese último salto. Tener un destino marcado no siempre es sinónimo de llegar a la cumbre y el central de O Temple, en pleno proceso, sigue firme, paso a paso en ese largo camino de más de una década desde que se puso la camiseta del Dépor en benjamines.

Dani Barcia, con Pablo Martínez a un paso de perderse su segundo partido consecutivo por lesión, está ante su gran oportunidad en el año de su salto al primer equipo. Ya jugó ante Osasuna Promesas y se mantendrá frente al Lugo. Nunca ha repetido como titular. Es su momento. Parecía que iba a serlo en el verano de 2022, pero se prolongó una temporada su pasantía en el Fabril que logró el ascenso a Tercera RFEF. Para él este pasado verano no hubo Segunda RFEF con el filial, tenía ficha reservada ya con el primer equipo en Primera RFEF. El otoño le trajo la renovación hasta 2026 después de que el club forzase una ampliación que contemplaba su antiguo contrato.

Y de los papeles al césped. Estuvo cerca de ser titular en la primera jornada de liga. Le tocó esperar. Tras disfrutar de ratos, le tocó estrenarse en el once como lateral en el infausto partido ante el Celta Fortuna. Lo cambiaron al descanso. Era el momento de pagar y aprender, como reconoció Idiakez a LA OPINIÓN, pero como parte de un proceso de aprendizaje, del que ha salido mejor futbolista. Todo se entiende más fácil a partir de un ejemplo práctico. “Íñigo Martínez en la Real B, siendo juvenil, nos hizo un fallo que nos costó un partido. No pasó nada”, avanza y se centra en Barcia. “Los jugadores buenos, de esos fallos, mejoran. Hay que asumirlos y las consecuencias son muy grandes. Cuando pierdes con el Celta Fortuna en casa, todo el ruido que se genera alrededor es muy grande. Yo tengo la responsabilidad también de proteger a los chicos y ponerlos cuando están preparados. Si los expongo antes, lo van a pagar. Dani es un caso clarísimo de mejora. Un mal día le ha servido de experiencia y estamos viendo su rendimiento”.

Barcia ha tenido que lidiar con las cicatrices y con la competencia, que es de las más elevadas en una plantilla ya de por sí con mucho nivel general. “Yo he hablado con Dani y le he dicho: ‘Vas a ser un central importante del Dépor, estamos convencidos, pero hay un proceso que seguir’. Si somos capaces de seguir firmes en el camino, llegará antes o después, pero serán pasos sólidos. Él tiene una competencia directa como la de Pablo Martínez, que es un futbolista hecho y derecho con una jerarquía importante”, analizaba el propio Idiakez, quien modela a un Barcia que está ante uno de los momentos cruciales de su carrera.

Pablo Vázquez le acompañó en Pamplona y estará con él ante el Lugo. Es guía y también le ha regalado el oído cada vez que le ha tocado juntar junto a él. El “señor Daniel Barcia” pide paso.

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