El programa Retorna devolvió a más de 200 hijos de la diáspora a Galicia con 600 ofertas laborales

Galicia brindó al mundo más de un millón de emigrantes. Y ahora, con la caída de la natalidad, hace un llamamiento para que los hijos y nietos de la diáspora ayuden a levantar el país con su trabajo. Pues bien: ese altavoz se llama programa Retorna Cualifica Emprego, y quienes alzaron la voz este lunes en Oroso fueron el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda; Venancio Salcines, responsable de la fundación a la que da nombre; y Joaquín González, director general de Vegalsa Eroski. Juntos facilitaron el regreso de más de 200 gallegos residentes en el exterior con cerca de 600 ofertas laborales desde la puesta en marcha de la iniciativa, en febrero.

Así se destacaba desde la mayor plataforma logística de Galicia, la de Vegalsa Eroski en Sigüeiro, durante un encuentro con diez participantes en dicha iniciativa que comenzaron a trabajar en estas y otras instalaciones del grupo dedicado a la alimentación. Acompañados de la conselleira de Emprego, Elena Rivo, del delegado territorial de la Xunta en A Coruña, Gonzalo Trenor, y del secretario xeral de Emigración, Antonio Rodríguez Miranda, ahondaron en los beneficios para los nuevos trabajadores procedentes de Uruguay, Argentina, Venezuela, México y Cuba, quienes pudieron acogerse a ayudas para el viaje, pero también a formación orientada al empleo, contrato indefinido y aportes para iniciar su nueva vida en este país.

El primero en tomar la palabra fue Joaquín González, quien agradeció la incorporación de esa decena de nuevos profesionales de la mano de un programa autonómico Retorna que cobra relevancia en un momento “en el que necesitamos talentos”, dijo.

A su vez, Venancio Salcines recordó “lo distinta que es esta Galicia” a la de hace 60 años, ya que en la actualidad “estamos en lo alto, y parecía lógico realizar un llamamiento a los nuestros”. Aplaudió además la labor de su equipo, “que se ha dejado horas y esfuerzos” en un programa “que es un proyecto de país y ejemplo para toda España”. La atracción de talentos, en la que también participó Nortempo, “empezó en febrero, y en pocos meses teníamos 20.000 personas anotadas, y 4.000 de ellas listas para venir”.

Por último, Alfonso Rueda aplaudió el entorno laboral en el que ya están trabajando este grupo de hijos de la emigración —“Joaquín González asegura que quiere ampliar instalaciones”, destacó— y dejó claro que de esta forma “pagamos una deuda eterna desde que los nuestros tuvieron que salir para contribuir a que mejoráramos”. Asimismo, explicó que con el programa Retorna Cualifica Emprego “solucionamos el problema de necesidad de relevo generacional”, y comprometió la continuidad de la iniciativa con 1,8 millones de euros más para 2024. Constató, además, que para atraer ese talento “contamos con aliados como la Fundación Venancio Salcines”. Esta entidad sin ánimo de lucro fue creada en 2016, consolidándose en este tiempo como una de las principales fundaciones privadas de Galicia, con un volumen de actividad en el último año de más de 7 millones de euros en ayudas y becas. Además, ha coordinado el retorno, formación e inserción laboral de 112 gallegos de la diáspora.

En primera persona

Uno de los beneficiarios es Emanuel Spagnolo, argentino de 27 años formado en Relaciones Laborales, en el sector de Comercio. Parte de su familia proviene de Vigo y Ourense, y fue “el primero que eligieron, después de conocer el proyecto en una charla allá, en el consulado, donde me anoté y en solo dos semanas me llamaron”. Lleva ya cuatro meses trabajando en preparación de pedidos, y recuerda que “me pagaron el vuelo, además de darme una ayuda y conseguirme trabajo; estoy muy agradecido a la Xunta, y supongo que a partir de ahora iré de vacaciones a mi país, y mi familia vendrá a verme”. Como dato anecdótico, recuerda que ya estuvo viviendo en Galicia hace veinte años, “cuando vinimos por el corralito”.

Junto a él, otro compatriota: Pablo Corchio, de 35 años, que se vino con su mujer e hijo hace una semana “para quedarnos”. En Vegalsa encontró “unos compañeros muy agradables”, dice. Trabaja en almacén-preparación de pedidos dentro del megacomplejo orosano de Vegalsa Eroski, y sus abuelos eran oriundos de Vigo.

Y entre ellos, el encargado de tomar la palabra en el acto en nombre de sus compañeros: Gonzalo Caínzos, un uruguayo de 31 años que trabaja en la planta herculina del grupo alimentario, también en la preparación de pedidos, pero en la sección de carnes. Su abuelo era de Aranga, y anteriormente probó fortuna en Europa su hermana, “que vino antes a Sada”. Tuvo, en su intervención, un emotivo recuerdo hacia su abuela, “que hizo las gestiones para que saliera adelante y pudiera contar con la pertinente documentación”. Y una de sus frases puede servir de epígrafe al proyecto: “Hoy estamos diez de los primeros, pero vendrán muchos más. Estamos súper agradecidos”.