La conflictividad laboral en Galicia se redujo durante el año pasado a mínimos históricos

La comunidad contabilizó casi 20.000 jornadas perdidas por huelgas, frente al doble del ejercicio anterior | En el primer trimestre ya se han registrado la mitad de todo 2022

Protesta de trabajadores de Abai en junio del año pasado. |   // CARLOS PARDELLAS

Protesta de trabajadores de Abai en junio del año pasado. | // CARLOS PARDELLAS

Manolo Rodríguez

Manolo Rodríguez

El año de la pandemia supuso la hibernación de la economía. También, la de la conflictividad laboral. Durante ese ejercicio solo se produjeron 28 huelgas en Galicia. Fue la cifra más baja de la serie que arranca con el siglo. Era normal que la ralentización de la economía, pese a la multitud de ERTE que se produjo —afectaron a casi 200.000 gallegos y la mitad del personal de hostelería y ocio pasó por un expediente en 2020—, provocase también una rebaja de los paros en los centros de trabajo.

Pero tras un incremento de las huelgas en 2021 (48) y 2022 (41), el año pasado volvieron a caer hasta las 30. Es la cifra más baja de las dos últimas décadas, si no se tiene en cuenta la de 2020. Eso sí, la conflictividad laboral ha repuntado en el arranque de este ejercicio, ya que solo en los tres primeros meses se han registrado la mitad de las jornadas laborales perdidas por huelgas que en todo el año anterior, según las estadísticas publicadas por el Ministerio de Trabajo y Economía Social.

El número de jornadas no trabajadas en la comunidad gallega durante el pasado ejercicio fueron 19.628. Desde 2000 solo se había contabilizado un número menor en cuatro ocasiones: 2003, 2005, 2011 y 2021. La cifra del año pasado es superior a la de 2020 (20.844). Las jornadas laborales no trabajadas se obtienen, explica el ministerio, al multiplicar el número de personas participantes en el paro por la cantidad de días laborables que dura el conflicto.

La cifra de empleados que se vieron involucrados en las protestas laborales en Galicia durante 2023 fue la novena más baja en las dos últimas décadas. Los datos que maneja Trabajo cifran en 12.393 los gallegos que participaron en alguna huelga. El número es superior al de los tres años anteriores, pero, aun así, sigue muy lejos de los niveles prepandemia (20.800 en 2019).

Pese a la bajada de la conflictividad laboral durante el pasado ejercicio hubo huelgas de la basura en A Coruña; de las dependientas de Inditex; de las de Arenal de la provincia; de los empleados de telemarketing de Abai y Teleperformance; de la sanidad privada coruñesa; de los abogados gallegos del turno de oficio; de los bomberos comarcales de Ourense o del colectivo de la limpieza y del metal de las provincias de Pontevedra y Lugo.

Con el arranque del año han vuelto los conflictos y las movilizaciones. Los sindicatos consultados lo achacan a la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores y a que los beneficios empresariales que anuncian las compañías no se reparten entre sus empleados. En el primer trimestre, los gallegos que secundaron paros en su actividad laboral fueron 6.465, frente a los 12.393 de todo 2023. En cuanto a las jornadas perdidas, entre enero y marzo se contabilizaron 10.150. En los doce meses del pasado ejercicio fueron 19.628.

En el arranque de este año siguieron con los paros los trabajadores de la sanidad privada coruñesa; de Arenal; de la basura de A Coruña; de los abogados gallegos de oficio o del personal de limpieza de edificios y locales de Lugo y Pontevedra, a los que se unió el colectivo de A Coruña. También entraron en conflicto los empleados del sector bancario, los de los autobuses de Vigo o los del grupo de telemarketing DXC Technology.

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