Mercados

Grifols admite ahora que su deuda en 2023 es superior en más de 1.100 millones a la que había declarado

La compañía modifica sus cuentas obligada por la CNMV y reconoce que su ratio de endeudamiento en realidad es de 8,4 veces, en vez de 6,3 como afirmaron

Juan Carlos Lozano

Grifols ha remitido este jueves todos los cambios que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) había exigido a la compañía tras su investigación. Uno de los aspectos fundamentales es que la compañía reconoce ahora que su endeudamiento en 2023 es superior en más de 1.100 millones de euros al admitido inicialmente y que habían situado en unos 9.400 millones. Concretamente, Grifols en la presentación de la cuenta de resultados afirmaba que "excluyendo el impacto de la NIIF 16, la deuda financiera neta es de 9.420 millones".

Ocultar el endeudamiento es uno de los aspectos denunciados por el fondo bajista Gotham, que el 9 de enero publicó un demoledor informe acusando a la multinacional catalana de maquillar las cuentas. Este informe provocó un desplome en las acciones de Grifols en bolsa, que a día de hoy pierden más de un 40% en lo que va de año en el Ibex. Según la información remitida ahora por Grifols a la CNMV, la deuda neta según balance al cierre de 2023 es de 10.527 millones, frente a los 9.400 millones que admitía en las anteriores cuentas que presentó. El ratio de endeudamiento, que en las cuentas anteriores, según Grifols, era de 6 veces (Gotham aseguraba que podía ser de 10 ó 12 veces) asciende ahora hasta las 8,4 veces.

En esta misma línea, el informe admite que el ebitda consolidado de Grifols es en realidad de 1.251 millones en 2023, frente a los 1.484 millones que había anunciado en la presentación de las cuentas, es decir, 233 millones menos.

La CNMV no obligó a reformular

La CNMV afirmó que en las investigaciones sobre Grifols "no se han identificado errores significativos" de los estados financieros y que tampoco ha encontrado evidencias "que permitan concluir que el endeudamiento financiero reflejado por Grifols en sus estados financieros anuales consolidados no se corresponde con la realidad". De hecho, resaltó que no veía necesario reformular las cuentas de la multinacional catalana. No obstante, la CNMV señaló un puñado de "deficiencias relevantes" en la consolidación de la firma, sobre todo en la presentación del Ebitda, así como en el ratio deuda/Ebitda. La CNMV explicó que consideraba significativas las deficiencias "en la medida que han dificultado en algunos ejercicios la capacidad de los inversores de entender adecuadamente la situación financiera, resultados y flujos de efectivo" de la empresa.

El 'mea culpa' de Grifols

El informe remitido el jueves por Grifols a la CNMV, de 7 páginas, es en realidad un sonoro 'mea culpa' de la empresa, que utiliza 9 veces el verbo comprometer para afirmar que cambiará todas las prácticas que la Comisión le afeó y que sobre todo generaban confusión a los inversores sobre las cuentas. Entre estos cambios está dar a las medidas financieras estándar (las utilizadas habitualmente por las compañías y los analistas) la misma importancia que a las preparadas por la compañía; reducir el número de medidas utilizadas para reflejar el ebitda; limitar el número de elementos no recurrentes, infrecuentes o inusuales... De hecho, en el informe, Grifols reconoce que el ebitda consolidado según el contrato de crédito (credit agreement), una fórmula usada por la compañía, "no se usa como una medida alternativa de rendimiento de la entidad y por tanto no se debe interpretar como tal". La compañía admite también que los "ajustes" y las "medidas" que usaba en sus cuentas proyectaban "escenarios futuros en lugar de representar los resultados financieros presentes". Grifols se compromete a reforzar los procedimientos de control y para ello establecerá "un nuevo nivel de revisión a cargo del departamento de control interno". "Estos procedimientos estarán sujetos a controles estrictos para la presentación y divulgación de la información y, a su vez, estarán diseñados específicamente para garantizar la precisión y claridad en el desglose y comunicación de todas nuestras magnitudes financieras".

A la espera de expediente

Pese a lo aparentemente exhaustivo del informe de Grifols, el 'caso' no ha acabado. La CNMV a partir de ahora vigilará que la compañía cumple sus compromisos, pero sobre todo tiene que decir si abre expediente tanto a Grifols como a Gotham. Sin olvidar que también está pendiente todo lo relacionado con posibles demandas jurídicas de accionistas minoritarios tanto en España como en Estados Unidos.