¿Cómo y cuándo surgió su sentimiento deportivista?

Mi sentimiento deportivista nace desde muy niño porque en mi casa se respiraba ambiente de fútbol en general y deportivista en particular. Pero donde realmente me convertí definitivamente, fue en el imborrable ascenso de 1971 contra el Rayo Vallecano en Riazor, que tuve la suerte de ver desde la antigua grada de Especial de Niños. Aquello fue el espaldarazo definitivo. En 1978 ingrese en la Sección de Atletismo del club y pertenecí en ella hasta finales de los años 80.

¿Cuál es el mejor recuerdo que tiene de estos 110 años de historia del club, o cuál es el que mejor le transmitieron?

Yo creo que todos los años de gloria deportiva del Club fueron increíbles y más ahora viéndolos con una perspectiva de tiempo. Pero a pesar de la importancia de los títulos y de los años de Champions, me quedo con el mencionado ascenso por la repercusión que tuvo en mi persona. A partir de ahí viví in situ muchos descensos y todos los ascensos (3 a primera división y 2 a segunda).

¿Cómo se imagina al equipo y al club cuando cumpla 125 años?

Me lo imagino saneado, fuerte, unido, moderno y por supuesto en primera división luchando por objetivos importantes.