Sólo unos días después de que un vertido descontrolado matase a centenares de peces a lo largo de 10 kilómetros de caudal en el río Verdugo, en la localidad pontevedresa de Ponte Caldelas, el caudal "está recuperado". Es lo que defendieron ayer el delegado territorial de la Xunta en Pontevedra, José Manuel Cores Tourís, y el alcalde de Ponte Caldelas, Perfecto Rodríguez. Según ambos, el problema partió de una avería en la depuradora, que derramó un producto -cloruro de alumnio diluido en un 18%- durante 12 horas. Como consecuencia de este fallo "imprevisible", según Tourís, que ayer visitó la depuradora y el río, murieron "más de 150 kilos de trucha, también anguilas y salmones". "El río ahora no está contaminado y eso es lo más importante", apostilló el delegado de la Xunta, afirmando que el cauce fluvial "está recuperado". De hecho, en un comunicado recogido por Efe, Tourís afirmó luego que la Xunta ya había levantado la precaución de bañarse en el río, pese a que los ecologistas locales acusaron a las autoridades de rebajar la gravedad del vertido.