Las solicitudes para construir o reformar minicentrales en los ríos del occidente gallego siguen en suspenso. La Xunta ha decidido mantener paralizadas todas esas peticiones y no autorizar ninguna actuación en la cuenca Galicia-Costa hasta que la Consellería de Medio Ambiente presente el nuevo plan hidrológico, un documento que se presentará en el primer semestre del año que viene, según aseguró ayer el departamento que dirige Agustín Hernández.

Hasta entonces, la Xunta ha dado orden de paralizar cualquier proyecto existente para la captación de agua y su aprovechamiento energético en cualquiera de los ríos y embalses situados en la cuenca Galicia-Costa, que abarca la franja paralela al litoral de las provincias de Lugo, A Coruña y Pontevedra, a excepción de la desembocadura del río Miño, que por compartir ribera con Portugal ya no es gestionada por la Xunta, sino por el Ministerio. El resto de los ríos gallegos forman parte de otra cuenca, que también está administrada por el Gobierno central a través de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil.

Así, en lo que respecta al dominio hidráulico que es de su competencia, la Xunta está todavía estudiando el plan hidrológico que dejó elaborado el bipartito pero que nunca se llegó a aprobar, y analizando las modificaciones que aplicará sobre él. Entre ellas, está el cambio de postura de la nueva Consellería de Medio Ambiente respecto a la posibilidad de construir nuevas minicentrales eléctricas o ampliar las ya existentes. Tal y como había adelantado LA OPINIÓN, el nuevo plan hidrológico permitirá hacer nuevos aprovechamientos o mejorar los actuales, frente a lo propuesto por el anterior Gobierno gallego, que no preveía más autorizaciones de minicentrales.

Con todo, desde la Consellería matizan que los permisos sólo se otorgarán en los tramos de los ríos que, eventualmente, sean aptos para asumir un nuevo aprovechamiento, y aseguran que la Administración será "escrupulosamente restrictiva" en esta cuestión, porque el número de aprovechamientos hidroeléctricos en Galicia-Costa "es ya muy importante". Por ello, Medio Ambiente añade que, "prácticamente, los nuevos aprovechamientos se limitarán a mejoras tecnológicas de los ya existentes, así como a obras de ampliación de caudal, sin nuevas infraestructuras de regulación".

Según informó la Consellería, el nuevo plan hidrológico, cuyo diseño fue adjudicado a la UTE Prointec SA-Aquática SL por un importe de 1,1 millones de euros y un plazo de ejecución de 24 meses, seguirá las indicaciones de la normativa europea, que por primera vez considera conjuntamente las aguas continentales superficiales y subterráneas, las de transición y las costeras. Los trabajos para la definición de este plan ya comenzaron y, de hecho, hasta el 28 de julio la Consellería hizo una consulta pública del esquema de temas importantes para su desarrollo. La Xunta considera que en octubre de este año comenzarán las consultas sobre el borrador y calcula que en el primer semestre del próximo año quedará aprobado.

La línea que siguió el anterior gobierno, el bipartito, con su negativa a autorizar más aprovechamientos hidroeléctricos en Galicia-Costa no encontró eco en el Gobierno central, del que dependen la cuencas que forman los ríos Miño y Sil. En marzo de este año, el Ministerio de Medio Ambiente informaba de que estaba tramitando la concesión de 71 centrales hidráulicas, en unos casos para ampliar o reformar instalaciones ya existentes, pero en la mayoría se trataría de proyectos nuevos. Del total de las concesiones en tramitación, doce lo son para grandes centrales y el resto, 59, se corresponden con solicitudes de minicentrales. Este choque de criterios motivó que durante la pasada legislatura en varias ocasiones la Xunta, a través de la Consellería de Medio Ambiente, expresara al Gobierno su rechazo total a los nuevos aprovechamientos.