Los cuatro cartuchos de dinamita recuperados en el fondo del puerto de Vigo, junto con un detonador y una mecha lenta, por los buzos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil, son sólo una muestra de los que habrían arrojado al mar el pasado día 22 algunos marineros del cerco sorprendidos por la redada de la operación Abuelo. Así se desprende de las declaraciones realizadas ayer por el subdelegado del Gobierno en Pontevedra, Delfín Fernández, quien adelantó que se solicitará la colaboración del Puerto de Vigo para buscar más explosivos.

"La investigación está bajo dirección y secreto judicial. El sondeo realizado por los GEAS permitió recuperar varios cartuchos, pero el fondo del muelle está muy mal. Lo más probable es que los tirasen al mar al ver llegar a la Guardia Civil, y se presume que puede haber más. La Guardia Civil lo iba a poner en conocimiento del Puerto de Vigo para que ellos, con buzos más especializados, puedan rastrear el fondo del puerto", manifestó Delfín Fernández.

El subdelegado del Gobierno en Pontevedra avanzó también que la dinamita intervenida en Vigo y Portonovo, un total de 120 kilos, procede de la fábrica de explosivos española de Burgos. Destacó que gran parte es de fabricación antigua, y que la investigación se centra ahora en conocer el circuito de distribución por el que llegó a los armadores del cerco.

"Como responsable de las fuerzas y cuerpos de seguridad lo que puedo decir, con toda cautela ya que la investigación sigue bajo secreto sumarial, es que se intentará llegar hasta el final. Y esto significa que se llegue a conocer el circuito de distribución y cómo se ha accedido a ella, porque aquí hay dos componentes, la de pesca ilegal y la de tenencia y utilización ilícita de explosivos", explicó Fernández.

El subdelegado remarcó el control en la utilización de explosivos en España, y en lo que se refiere a la provincia de Pontevedra destacó que "la Guardia Civil hace un control muy riguroso de la utilización de este material en canteras, minas y grandes obras de infraestructura. Hay mucha carga de trabajo por la cantería de Porriño y el Deza, y además tenemos grandes obras en marcha, como el AVE, que utilizan explosivos".

Ante la gran cantidad de munición intervenida, Fernández apuntó que "probablemente la tenencia de parte de los explosivos intervenidos venga de tiempo atrás, pues se observó que era de una fabricación bastante antigua".

Acusación pública

Mientras, la Xunta se personará como acusación pública en la causa abierta por el juzgado de Cambados contra el uso de dinamita en la pesca en la denominada operación Abuelo. El acuerdo se aprobará hoy en el Consello de la Xunta, según adelantó ayer la conselleira do Mar, Rosa Quintana.

En cuanto a la posibilidad de que el patrón mayor de Vigo sea inhabilitado, Quintana indicó que supone que una condena por este caso llevaría aparejada "una inhabilitación para el ejercicio de cargo público", pero matizó que, "hasta que no se cierre la vía penal, no se pueden adoptar medidas administrativas" y defendió la presunción de inocencia.

La responsable de Mar lamentó la existencia de estas prácticas ilegales "de terribles consecuencias para el medio" y mostró su satisfacción por el desarrollo de esta operación que "espera que sea la última y que finalice de una vez por todas con estos usos que son nocivos para todos, tanto para el ecosistema como para el pescador".

Poco después, el pleno del Consello Galego de Pesca manifestó su rechazo unánime a las acciones ilegales en la pesca como la utilización de dinamita para la captura de sardina. De hecho, el Consello instó al sector a rechazar este tipo de prácticas y apeló a la conciencia de los armadores ya que, acciones como éstas, afectan a la imagen de la actividad en Galicia.