Apenas un metro y medio es lo que le queda al mayor lago artificial de toda España situado en el concello coruñés de As Pontes para completar su llenado, un proceso que desde el Ayuntamiento calculan que tardará unos dos meses, para a partir de entonces convertirlo en un reclamo turístico. El nuevo espacio natural ocupa el hueco de 900 metros cúbicos de la antigua mina de lignito y es resultado de un proyecto de regeneración ambiental destinado a restituir el yacimiento de Endesa que durante años surtió a la central térmica de la localidad.

Una playa artificial con arena, dos islotes y una zona verde con vegetación autóctona conforman el actual paisaje de la zona. Desde la Administración local pretenden ir más allá y conseguir la captación de "inversores turísticos" que se decidan a instalar negocios y de esta forma conseguir una mayor afluencia de visitantes. Otro de sus objetivos es convertir el entorno en sede de competiciones náuticas como las que hasta ahora alberga el pantano de As Pontes. Varios representantes del Gobierno local estuvieron la semana pasada en la Feria Internacional de Turismo (Fitur) para promocionar la localidad coruñesa y sobre todo la futura laguna.

"A pesar de haber sido y querer seguir siendo un pueblo industrial nuestra intención es transmitir que As Pontes tiene algo más", aclara Ana Ponte. "La industria y el turismo no son incompatibles", insiste. La edil se refiere a zonas rurales como As Fragas do Eume o cascadas "dignas de visitar" en algunas parroquias, además de la gastronomía, cuyos productos más típicos como las setas o los grelos tienen su propia fiesta.

Desde el concello apuestan por el lago como "una importante baza" en la dinamización económica de la zona después de tres años a la espera de que llegue a su capacidad final, cuando alcance los 547 hectómetros cúbicos. Endesa inició el diseño del lago en 1995 como parte de su política para regenerar la cuenca minera una vez finalizada la explotación y comenzó a inundar la mina en 2008 a través de la desviación del curso de los ríos de los alrededores.

Hasta el momento, el río Eume, que atraviesa el pueblo y conforma el valle de As Pontes era la principal atracción para el turismo, pero con la apertura del lago tendrá que compartir protagonismo con este nuevo reclamo con el que el concello quiere mostrar una oferta "diversificada y diferenciada".