El Consello de la Xunta aprobó ayer que la industria acuícola pueda presentar ya nuevos proyectos de piscifactorías en las zonas de la costa gallega con menor protección ambiental, aquellas clasificadas en los niveles 1 y 2 de los cuatro establecidos en el Plan Director de la Acuicultura de Galicia. Las empresas promotoras pueden entregar desde hoy sus propuestas de plantas acuícolas y la resolución de la Xunta será más rápida que hasta ahora como consecuencia de la menor tramitación exigida al tratarse de zonas con escasa o nula protección, en los que se incluyen espacios portuarios e industriales. En total, el sector acuícola cuenta con unas 15.000 hectáreas de terreno -casi cuatro veces la superficie de la ciudad de A Coruña- en todo el litoral gallego calificadas como 1 y 2, con plazos de aprobación de los proyectos mucho más cortos que en los niveles 3 y 4, al tener que cumplir menos requisitos y superar menos fases de tramitación.

La conselleira de Medio Rural e do Mar, Rosa Quintana, y el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, explicaron que hay empresas que ya han mostrado su "interés" por acometer nuevos proyectos y reiteraron que para que sean autorizados deberán ajustarse a criterios de sostenibilidad ambiental e integración paisajística recogidos en una "rigurosa" guía.

El Ejecutivo gallego dio luz verde a los dos primeros niveles de protección para que la industria salga de la parálisis en que se encuentra desde el año 2005 mientras se definen los requisitos que se exigirán en las zonas incluidas en los niveles 3 y 4. La superficie total con mayores exigencias asciende a 13.143 hectáreas y los proyectos a desarrollar en estas áreas se podrán presentar a partir de octubre, una vez la Xunta establezca los requisitos que deberán cumplir los promotores.

Feijóo y Quintana apuntaron que, ajustándose a las normas comunitarias, podrá haber piscifactorías en zonas de Red Natura pero que el Gobierno autonómico será "exigente y riguroso" a la hora de evaluar el cumplimiento de los requisitos.

De hecho, el Consello de la Xunta aprobó también una orden conjunta de las consellerías de Medio Ambiente y Mar en la que se establece el régimen aplicable a las instalaciones de acuicultura en lo relativo a la evaluación del impacto ambiental y los estudios de integración paisajística. Será obligatorio someter a evaluación de impacto ambiental (EIA) las instalaciones de acuicultura capaces de producir más de 500 toneladas al año. Por lo tanto, deberán incorporar un estudio de impacto e integración paisajística, con lo que el informe del órgano competente en materia de paisajes debe incluirse en la declaración de impacto ambiental. También se exigirá el estudio de impacto ambiental a las plantas que puedan afectar directa o indirectamente a algún espacio perteneciente a la Red Natura, aunque no alcancen este volumen de producción, cuando así lo decida el órgano ambiental.

En los demás casos, las instalaciones acuícolas que no alcancen las 500 toneladas de producción anual, se les requerirá el informe correspondiente en materia de paisaje.

Feijóo y Quintana destacaron que el objetivo último de esta planificación es dar "seguridad jurídica" al sector para intentar "recuperar el liderazgo" de Galicia en acuicultura tras el "parálisis" que achacaron a la etapa de gestión del bipartito.

Por su parte, Quintana reiteró que Galicia es la primera región europea en contar con una estrategia acuícola a largo plazo, hasta 2030, y, preguntada por si estarán prohibidas las piscifactorías en las islas Cíes -a modo de ejemplo de una zona de especial protección-, esgrimió que, con la nueva planificación, "no se veta ninguna zona". "Hasta la línea de marea", precisó. De hecho, el archipiélago aparece en el nivel cuatro de protección.

En cualquier caso, insistió en que el Gobierno gallego -que modificó la normativa para que las empresas del sector puedan comprar directamente los terrenos a sus propietarios, quedando la vía expropiatoria para "casos extraordinarios"- será riguroso en la exigencia de que se cumplan los requisitos medioambientales y remarcó que, a través de su guía, se da "la primera herramienta" a los empresarios para que articulen sus anteproyectos.

Quintana admitió que "hay interés" en el sector y, preguntada por si Pescanova está entre las firmas que se han mostrado interesadas, recordó que esta compañía tiene terrenos adquiridos en Touriñán pero que están incluidos en la zona cuatro de protección medioambiental, con lo que no podrán desarrollarse proyectos antes de octubre.

La portavoz de Pesca del PSdeG, Marisol Soneira, por su parte, aseguró que el plan de la Xunta da "vía libre a la especulación" en la costa gallega y es "discrecional". La socialista acusó a Feijóo de pretender "saltarse todas las medidas de protección medioambiental y de preservación de la franja costera", con el "único fin" de ocultar "su incapacidad para gestionar un plan acuícola" que "ya recibió hecho" pero que no aplicó por "puro sectarismo".