Los vecinos del barrio de Angrois luchan desde hace un año contra el dolor de vivir desde la zona cero una de las mayores catástrofes ferroviarias de España.

Especialistas consultados por Efe coinciden en la necesidad de olvidar la tragedia alejándose "mentalmente" del trazado de las vías. Vivir una desdicha de la magnitud del accidente de tren de Santiago, puede acarrear multitud de secuelas para supervivientes y familiares de los fallecidos, pero también para los vecinos que ayudaron a los viajeros.

El sociólogo José Pérez Vilariño señala que la búsqueda de la supervivencia es la raíz y el cimiento de la sociedad gallega: "Galicia -dice- es un país especialmente construido para la supervivencia".

La experiencia de todas esas manos que actuaron en las labores de ayuda durante esa fatídica jornada supone un episodio "fuera de lo común" y eso cada individuo "lo afronta o lo asume" de una manera distinta, sostiene Pérez Vilariño, quien insiste en que "cada uno reaccionamos como podemos".

Los expertos coinciden en destacar que, tras vivir una situación de esta envergadura, es normal y habitual quedar "impresionado" y tardar en olvidarlo.

"No hay ninguna pastilla ni ninguna técnica. La verdadera terapia sería un espacio para intercambiar cosas, como las vivencias en común", resalta el antropólogo Marcial Gondar.