La primavera entró en Galicia con tiempo seco que se prolongó hasta esta semana y permitió disfrutar de una Pascua con buen tiempo y temperaturas veraniegas en las provincias del interior y las Rías Baixas. La comunidad deja atrás un invierno marcado por las bajas temperaturas y la escasez de precipitaciones. La temperatura media desde diciembre a febrero presentó una anomalía de medio grado respecto al periodo 1971-2000, lo que supone un invierno frío. Febrero fue el mes más frío con 7,5 grados de media frente a los 8,8 del periodo que se toma por referencia. Diciembre y enero, por el contrario, se mantuvo en la media con 8,4 y 7,5 grados respectivamente. El registró máximo se alcanzó a principios de enero en la localidad ourensana de Entrimo con casi 20 grados. Y la mínima el 8 de febrero en el municipio ourensano de A Veiga, donde el mercurio marcó ese día 9,3 grados bajo cero.

En cuanto a las precipitaciones acumuladas, las 16 estaciones meteorológicas recogieron 349 milímetros, 147 menos que los 496 del periodo 1971-2000. Aunque enero se mantuvo con 164 milímetros en los valores habituales, diciembre y enero fueron dos meses secos, al registrar un 32% y un 18% por debajo de la media. En el conjunto de los tres primeros meses, el volumen de lluvias se quedó un 30% por detrás de las cifras de referencia.