Un ferrolano condenado por homicidio en Brasil y que cumplía la pena en régimen abierto fue asesinado ayer a tiros en São Gonçalo do Amarante, municipio del estado brasileño de Río Grande do Norte, en el nordeste del país, informaron fuentes policiales.

Dos personas dispararon desde una moto a Anxo Antón Valiño González, de 51 anos y natural de Ferrol, cuando éste se encontraba frente a su casa en compañía de su mujer.

Valiño González y su esposa, Patricia María da Silva, fueron sentenciados en 2007 a penas de 19 y 16 años de cárcel, respectivamente, por el asesinato en 2004 del empresario brasileño Paulo de Tarso Ubarana, dueño de una discoteca.

Los comisarios responsables de la investigación descartaron inicialmente que el asesinato esté vinculada al homicidio de 2004, dijo a Efe un portavoz de la Policía Militarizada.

Tras purgar parte de su condena en un presidio de Río Grande do Norte, la Justicia le otorgó la libertad condicional y la transferencia al régimen de prisión abierta a Valiño González, nacido en septiembre de 1963 en Ferrol, quien no podía salir de la región de Río Grande do Norte.

Anxo Antón Valiño fue detenido nuevamente en 2010 por un caso de narcotráfico durante una operación policial en el municipio de Macau, también en Río Grande do Norte, momento en el que se encontraba en posesión tanto de drogas como de armas y, en mayo pasado, se vio beneficiado nuevamente con la libertad condicional.

De acuerrdo con el comisario de la Policía Militarizada brasileña Raimundo Rolim, el crimen tiene unas "clarísimas características de ejecución ordenada en un juste de cuentas".

El empresario Paulo de Tarso Ubarana, de cuya muerte se acusó hace una década al ferrolano Anxo Antón Valiñ, desapareció el día 21 de setiembre de 2004 y fue encontrado una semana después muerto, con dos tiros en la cabeza, en la turística playa de Búzios, en el litoral sur del Estado brasileño de Río Grande.

En unas polémicas declaraciones a medios de comunicación brasileños a su salida de la cárcel, Anxo Antón Valiño González afirmó que su confesión había sido arrancada mediante tortura. También afirmó que había presenciado terribles atrocidades en la prisión, como la decapitación de un preso a solo dos metros de distancia, que el condenado ferrolano afirmó ser una medida de amedrentamiento contra él, sin que aclarase en sus manifestaciones de quiénes procedían esas amenazas.

El diario catalán Punt publicó en 2004, cuando el ferrolano fue detenido en Brasil por la muerte del empresario, que había residido algún tiempo antes en Barcelona, donde le vinculaba a supuestas actividades delictivas.

Punt aseguró entonces que Anxo Antón Valiño González estaba siendo investigado por su supuesta vinculación con un secuestro.