Un incendio que comenzó ayer al mediodía en la parroquia de Lucenza, en el municipio ourensano de Cualedro, se extendió en cuestión e horas a los municipios limítrofes de Baltar, Xinzo y Trasmiras, dejando a su paso unas 2.000 hectáreas calcinadas, según los datos facilitados a última hora de ayer por la Consellería de Medio Rural. Esto balance lo convierte en el incendio más devastador del año en Galicia.

La llamas volvieron a cebarse este año con el concello de Cualedro, que ya en agosto de 2013 sufrió el mayor incendio de la comunidad. Entonces la superficie arrasada se aproximaba a las 2.000 hectáreas y afectó también el municipio de Monterrei.

El fuego de ayer alcanzó una motobomba, cuyo conductor resultó herido leve aunque no precisó ser hospitalizado. La intensidad del incendio, que al cierre de este edición continuaba activo, obligó a decretar la situación 2 de alarma por la proximidad a viviendas y, como medida de precaución, fueron evacuados los núcleos de Vilela y Lucenza. Al menos una veintena de fuegos registrados el fin de semana en Galicia movilizaron a cientos de profesionales, equipos terrestres y aéreos, y mantuvieron en vilo a la población de varias localidades, especialmente en Cudeiro, en las afueras de Ourense, y en Cualedro, que se convirtió en el principal foco de preocupación de las autoridades y la población. Las altas temperaturas registradas el sábado y la sequedad del terreno contribuyeron a la proliferación de numerosos fuegos, cuyo origen se desconoce pero toda apunta a que varios fueron provocados.

El incendio registrado en Cualedro, cercano a la frontera hispano-portuguesa, llevó inicialmente a la Xunta a activar medidas preventivas ante el peligro de que las llamas pudieran alcanzar viviendas habitadas. La Consellería de Medio Rural declaró a las 15.16 horas de ayer la denominada situación 2 de riesgo en esa zona, después de detectar ese incendio en la parroquia de Lucenza, pero en pocas horas las llamas avanzaron por la zona. Esa situación de emergencia se declara cuando el fuego puede afectar a la población y a bienes no forestales, por lo que es necesario "adoptar inmediatamente medidas de protección y socorro".

Una medida similar fue adoptada la tarde del sábado en el incendio registrado en Cudeiro, una parroquia del municipio de Ourense, por peligro de que las llamas alcanzaran núcleos urbanos.

Ese incendio, detectado a las 16.10 horas del sábado, quedó controlado a las 02.00 horas de la madrugada tras quemar unas 55 hectáreas de monte raso. A causa del humo, los efectivos de seguridad tuvieron que cortar temporalmente al tráfico la carretera y desalojar, como medida preventiva, a los habitantes de una vivienda en la que residían personas de edad avanzada.

Entre los incendios de mayor extensión destaca el detectado a las 15.30 horas del sábado en una zona de Cernado, en el municipio de Manzaneda, que fue controlado a primera hora de la mañana de ayer pero que quemó unas 250 hectáreas de terreno situado en una área de la Red Natura de protección medioambiental europea.

El alcalde de Manzaneda, Davide Rodríguez, aseguró ayer a Efe que aunque "el fuego no supuso un peligro real" para las viviendas, llegó a proximidad de cinco núcleos de población. Rodríguez expresó su convencimiento "casi al cien por cien" de que ese fuego "fue intencionado".

La mayoría de focos se detectaron durante la tarde del sábado, obligando a movilizar medios aéreos y terrestres a diversos puntos, lo que mantuvo muy preocupada a la población de numerosas localidades. Al cierre de esta edición, todavía permanecía activo otro fuego detectado a las 14.13 horas del sábado en Pradocabalos, una parroquia del municipio de Viana do Bolo, y que ya arrasó más de 200 hectáreas.

En el mismo municipio quedó controlado a las 23.41 horas otro foco en la parroquia de Pexeiros, tras quemar unas 70 hectáreas de pinares y castaños.