A pesar de que en verano Policía y Guardia Civil aconsejan extremar las medidas de seguridad en los hogares antes de irse de vacaciones para evitar robos, la época estival no es la preferida de los ladrones para hacerse con un botín. Trabajan durante todo el año y, al contrario de lo que se piensa, su actividad apenas se intensifica en julio y septiembre -agosto sí es uno de los meses con más asaltos a domicilios-. La temporada alta para este tipo de delitos se concentra en el primer trimestre. Y el Día de Reyes, es el que registra el mayor número de denuncias.

El informe Los robos en los hogares en España de la patronal de las compañías de seguros Unespa revela que de los casos analizados en 2014 -unos 80.000 robos en un parque de 10 millones de residencias- el mayor número se produce el Día de Reyes, con un valor de los bienes sustraídos un 69% por encima de la media nacional.

Las aseguradoras apuntan que el hecho de que los meses de frío presenten una mayor incidencia que los de calor -a excepción de agosto- muestra que en muchos casos los delincuentes se decantan por las segundas residencias, inmuebles que solo se ocupan durante las vacaciones de verano o puentes festivos.

Esta tendencia varía si se tiene en cuenta la gravedad de los asaltos, es decir, la relación entre el coste del siniestro y el capital asegurado de la póliza. Para Unespa, un robo grave es aquel en el que el valor de lo asegurado y lo sustraído se acercan. En este sentido, diciembre, enero y agosto son, por ese orden, los meses en los que se registraron robos que conllevaron los pagos más elevados de indemnizaciones y en especial en el Día de Reyes. El 15 de julio, por el contrario, fue la jornada en la que ocurrieron incidentes que conllevaron las cuantías más bajas a desembolsar por las aseguradoras.

Además de decantarse por los meses de invierno, los ladrones tienen preferencia por las zonas de la costa mediterránea. En Tarragona los robos son un 65% más habituales que en el resto del país. Destacan también Madrid, Murcia, Toledo, Barcelona, Almería, Castellón y Valencia.

Las provincias gallegas, por el contrario, se sitúan en los últimos puestos en lo que se refiere a la probabilidad de robo en hogares. Ourense es la segunda provincia de toda España en la que la frecuencia de robos entre los casos analizados en 2014 por Unespa supone un 65% debajo de la media estatal, solo por detrás del 66% de Navarra. Cerca se encuentra Lugo con un 63,4% menos de robos. Y también por debajo de la media nacional se colocan A Coruña y Pontevedra, con un 50,7% y un 40,7% menos de posibilidades de sufrir un robo que en el resto de España, respectivamente. En cuanto a la tasa de gravedad, los robos más caros -más de 1.500 euros- se dan en Ourense, Girona, Barcelona, Toledo, Guadalajara, Murcia y Baleares. En la provincia ourensana un asalto suele ser un 82,41% más grave que la media, la cifra más alta de España. En el litoral gallego el coste medio de los robos oscila entre los 1.250 y los 1.500 euros, mientras que Lugo se encuentra entre las provincias más económicas con menos de 1.000 euros por robo.