Tras la ola de incendios que asoló Galicia en 2006, la Fiscalía propuso que los autores de fuegos forestales cumpliesen la condena de manera fraccionada durante los meses de verano por tratarse de la etapa de mayor riesgo. Es decir, que un condenado a 9 meses por un fuego cumpliese la pena durante tres veranos. Sin embargo, esta posibilidad, que sí contempla la legislación portuguesa, no está recogida en el Código Penal español. Una condena que para ser aplicada debería ser reformado el texto legislativo.

En la actualidad, ninguna prisión en Galicia dispone de módulos psiquiátricos para pirómanos. Esta carencia se suple recurriendo al psiquiátrico de Conxo, el único en la comunidad que atiende en régimen de internamiento cerrado a los condenados por delitos de incendio.