El Parlamento de Galicia rindió ayer un homenaje solemne a los 193 gallegos deportados a campos de concentración nazis y reclamó una "actitud inquebrantable" frente a posibles "brotes de racismo, xenofobia o discriminación basados en el origen ético o en las creencias religiosas de las personas".

Un total de 193 rosas blancas enlazadas por alambre de espino junto al escudo de Galicia simbolizaron en la Cámara gallega el recuerdo "imperecedero" de estos casi 200 gallegos que, en su mayoría, perdieron la vida en Mauthausen. Además, aquellos que tuvieron la suerte de ser liberados, nunca pudieron regresar a su hogar.

El evento, celebrado en el vestíbulo principal del Pazo do Hórreo, comenzó con la lectura de los nombres de estas 193 personas que fueron obligadas a subir a los trenes de la muerte. La lista de identidades fue proporcionada por la Asociación Galega para a Recuperación da Memoria Histórica y la lectura corrió a cargo de los alumnos del IES Xosé Neiras Vilas de Perillo.

"Sirvan estas flores para simbolizar el reconocimiento a las víctimas de los campos nazis en la Galicia actual, una Galicia democrática, dotada de sus propias instituciones de autogobierno nacidas de la Constitución española y del Estatuto de Autonomía", destacó el presidente del Parlamento, Miguel Santalices.

Con este acto, la Cámara también rindió tributo "a la memoria de todos los españoles que fueron deportados a los campos de exterminio, así como a la totalidad de las víctimas del Holocausto, fuese cual fuese su origen". De este modo, Santalices también recordó a los exiliados españoles que, al término de la Guerra Civil, en 1939, fueron confinados en campos de concentración en el sur de Francia en condiciones infrahumanas.

"Rendimos tributo, además a cuantas personas, especialmente a las y los héroes anónimos que, desde sus diversas responsabilidades, fueron capaces de enfrentarse a la maldad extrema encarnada por el nazismo", indicó el presidente del Legislativo durante este acto organizado con motivo del Día Internacional en Conmemoración de las Víctimas del Holocausto, que se celebra el 27 de enero.

Así, se refirió a personas como el diplomático español Ángel Sanz Briz, conocido como El ángel de Budapest, que salvó de la muerte a unos 5.000 judíos; así como a las hermanas Touza, las Schlinder gallegas, que desde Ribadavia dieron soporte a una red que condujo a Portugal, y desde allí a América, a varios cientos de judíos que huían del horror nazi.

En el acto, en el que el joven Elías González interpretó a la zanfona dos piezas musicales, el presidente del Parlamento dejó claro que "ante la barbarie y en la defensa de los derechos humanos no hay ni puede hacer reservas".

Por ello, celebró la "reiterada unanimidad" de la Cámara gallega en la condena al Holocausto y reclamó una "actitud inquebrantable frente a posibles brotes de racismo, xenofobia o discriminación basados en el origen étnico o en las creencias religiosas de las personas".

"Sigue siendo necesario explicar a los más jóvenes qué fue el Holocausto y sus causas", finalizó.