El primer caso de patatas afectadas por la polilla guatemalteca ( Tecia Solanivora) en Galicia apareció en 2015 en Ferrol y se sospecha que llegó de Canarias, comunidad que desde 1999 lucha contra la plaga con pérdidas de producción de hasta el 50% cada año. Pero no fue hasta febrero del año pasado cuando se publico el del decreto del Ministerio de Agricultura que prohibió plantar patatas durante un mínimo de dos años 32 concellos gallegos, 14 en las comarcas coruñesas de Ferrolterra, Eume y Ortegal y 18 en A Mariña lucense. Y el mes pasado se sumó a las áreas afectadas el concello coruñés de Muxía, donde la Xunta empezó a recoger esta semana los tubérculos plantados empezando por la parroquia de San Martiño de Ozón, la parroquia en la que se detectaron los positivos. En la primera jornada se arrancaron más de ocho toneladas entre las patatas arrancadas, las almacenadas y las de simiente. La Consellería de Medio Rural explica que desde que apareció el primer caso en Ferrol en 2015 se han recogido 370 toneladas en zonas infectadas, 280 de ellas el año pasado cuando la plaga se extendió a más de una treintena de concellos, lo que supone el 70% del total. Desde el departamento autonómico añaden que pese a duplicarse el número de trampas instaladas en la comunidad, el número de insectos capturados se ha reducido un 40%.

La conselleria de Medio Rural, Ángeles Vázquez, aclaró ayer en el Parlamento gallego que en el caso de Muxía no hay "caos" como denuncia el PSdeG y se están aplicando todos los criterios técnicos. "Politizar esta plaga solo logra desvirtuar un trabajo técnico serio", insistió.