El próximo lunes, la huelga de los trabajadores de Justicia en Galicia cumplirá tres meses. El final del conflicto está cada vez más cerca, pero aún quedan por cerrar los últimos flecos. Los cuatro sindicatos que conforman el nuevo comité de huelga, SPJ-USO, Alternativas na Xustiza-CUT, STAJ y CIG, que suman el 65% de los votos en las últimas elecciones sindicales, tienen ya una propuesta que quieren presentar a la Xunta. En cambio, el vicepresidente del Ejecutivo gallego, Alfonso Rueda, afirmó ayer que solo se sentará a negociar "con todos" los sindicatos y cuando lo haga será para "cerrar el acuerdo" y acabar la huelga. Sin embargo, es complicado que todos los sindicatos vuelven a reunirse alrededor de la misma mesa.

Hasta la pasada semana, el comité de huelga estaba formado por estos cuatro sindicatos, además de CCOO, FeSP UGT y CSIF, pero la unidad sindical se rompió el pasado viernes tras la consulta a los trabajadores sobre la última oferta de la Administración, que fue rechazada por los funcionarios.

CCOO ya ha dicho que se ha salido del comité de huelga. Y FeSP UGT y CSIF no acudirán a una nueva reunión hasta que no reciban disculpas públicas por la actuación de Alternativas na Xustiza-CUT, STAJ y CIG en la votación del pasado viernes.

Pero el problema del "comité fracturado", como lo denominó ayer Alfonso Rueda, no es el único al que se enfrentan ambas partes. Los sindicatos solicitan una subida lineal de 140 euros al mes para todos los cuerpos. Y la Xunta insiste en su última oferta: entre 122 y 135 euros. En este apartado, los sindicatos se plantean reducir su petición para no entorpecer el acuerdo.

Aunque a cambio se mantienen inflexibles en dos de sus peticiones: que se les garantice que siempre serán la cuarta comunidad que más cobre y que mediante el plan de recuperación del trabajo perdido durante la huelga se les asegure que van a recibir el 90% del dinero que han dejado de percibir en estos tres meses. En estos dos apartados Alfonso Rueda es tajante y los rechaza de plano.

El vicepresidente del Ejecutivo gallego defiende que la Xunta no puede garantizar que los funcionarios gallegos vayan a ser siempre "los cuartos" en la tabla salarial y argumenta que la gallega "tampoco es la cuarta economía" de España, "aunque crezca".

Más crítico se muestra con el plan de recuperación del trabajo atrasado propuesto ya que no puede aceptar que esas horas extra se usen "para devolver los descuentos a los huelguistas". "Algunos sindicatos les estuvieron diciendo a los funcionarios que estaban haciendo huelga que esto les iba a salir, para entendernos, gratis. Quien hizo huelga tiene que saber que eso tiene unas consecuencias", finalizó.