Galicia cuenta con un 3,4 % de población de procedencia extranjera, frente a una media de 10% en el conjunto del Estado. Santiago tiene sobre todo portugueses, al igual que Vigo, debido a la cercanía y las estrechas relaciones que Galicia mantiene con este país vecino, aparte de la hermandad idiomática, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

En las capitales del norte de España, como Oviedo y Santander, la mayoría de los empadronados de otros países proceden de Rumanía.

En todo caso, en las comunidades del norte, el asentamiento de extranjeros en sus municipios no es tan amplio como en las de Levante.

Las autonomías con mayor proporción de extranjeros son Baleares, con un 17 %, seguida de Cataluña, con un 14 %, y Murcia, un 13,7 %. En el lado contrario se sitúan Asturias, con casi un 4 %; Galicia, un 3,4 %, y Extremadura, un 2,9 %.

La presencia de extranjeros en las principales ciudades y capitales autonómicas españolas se concentra en cinco o seis nacionalidades, entre las que destacan los rumanos, los italianos y los marroquíes, aunque también es habitual la presencia de chinos o búlgaros, entre otros.

La población española crece gracias a esta llegada de extranjeros, ya que durante el año pasado el número de españoles inscritos en el padrón ha descendido en 20.174 personas, mientras que el número de habitantes venidos de fuera se ha incrementado en 146.611, un 3,2 % más.

Este aumento se debe a las personas llegadas de fuera de la Unión Europea, ya que el número de intracomunitarios apenas ha crecido en el último año. Sin embargo, rumanos o italianos son las comunidades de extranjeros más numerosas en varias de las principales ciudades españolas.

En la mayoría de los municipios españoles, los extranjeros representan menos de un 5 % de los habitantes, aunque hay excepciones como la de las Islas Baleares, donde la mayoría de los ayuntamientos tienen entre 15 y 20 % de población extranjera, informa Efe.