La llegada de inmigrantes ayuda a paliar la caída de población en Galicia, aún así la comunidad perdió el año pasado 6.838 habitantes, a un ritmo de 18 residentes menos cada día. Mayor fue el descenso en ejercicios precedentes: casi 10.000 habitantes menos en 2016, 14.554 menos en 2015, 12.570 menos en 2014 y 14.744 menos en 2013, según el balance publicado ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Desde el año 2010, Galicia ha perdido 69.167 personas, a un ritmo de 24 residentes menos cada día. Sería lo mismo que vaciar de golpe la séptima ciudad de la comunidad: Ferrol, que tiene 71.000 habitantes.

Sin un saldo migratorio positivo, Galicia hubiera bajada de la barrera de los 2,7 millones, una frontera que traspasó en 2003. Este año la comunidad arrancó con un censo de 2.703.290 vecinos.

La diferencia entre los que entraron y los que se marcharon de la autonomía es de 6.981 a favor de los que eligieron Galicia como lugar de residencia. Llegaron a la comunidad 17.734 personas, de ellas 11.165 eran de nacionalidad extranjera, y el resto españoles de otras comunidades o gallegos que retornaron a casa. Por el contrario, hicieron las maletas y se fueron 10.753 habitantes, de ellos 6.126 extranjeros.

La llegada de inmigrantes y que ésta sea superior a la salida de gallegos compensa, pero solo en parte que la comunidad sea la que tenga el peor saldo vegetativo: 13.522 muertes más que nacimientos durante el año pasado. En 2016 y 2015, el saldo migratorio fue positivo, pero no tanto como en 2017. Hay que retrotraerse a 2008 para encontrar tan buenas cifras.

De las cuatro provincias gallegas, A Coruña se mantiene a la cabeza del padrón, con 1.121.484 residentes; seguida por Pontevedra, con 940.927; Lugo con 331.507; y Ourense, finalmente, con 309.372. En cuanto a evolución interanual, Pontevedra es la que perdió más población, 2.301 inscritos menos que el año anterior. Ourense se quedó con 2.190 habitantes menos y Lugo con 2.086, mientras que la provincia de A Coruña apenas varió su población, y perdió 262 residentes.

Por edad, Galicia repite como una de las comunidades con la población más envejecidas de España. Así, a 1 de enero de 2018, había en la comunidad gallega 672.904 habitantes con más de 65 años (el 24,89% de la población total) y, de ellos, más de 43.000 tenían 90 años o más.

La inmigración es también la que permite a España crecer en población por segundo año consecutivo, y superar los 46,6 millones de habitantes. El padrón creció en 132.263 habitantes. El incremento poblacional durante 2017 se debió al saldo migratorio positivo de 164.604 personas que compensa el saldo vegetativo negativo -más defunciones que nacimientos- de 31.245 personas. Así, la población de nacionalidad extranjera aumentó hasta las 152.600 personas, mientras que el número de españoles se redujo en 20.337 debido, principalmente, al saldo vegetativo negativo (-76.365) y a un saldo migratorio negativo (-9.627), que no se vieron compensados con las adquisiciones de nacionalidad española.

Galicia es una de las siete comunidades que en 2017 sufrió un retroceso en su censo. Se sitúa como la quinta que más cae, un 0,25%. Por delante se colocan: Castilla y León (-0,7%), Extremadura y Asturias (-0,64%) y Castilla-La Mancha (-0,38%).

Fondos de la UE

Las ocho comunidades, entre ellas Galicia, que sufren "importantes" desafíos demográficos solicitarán que el presupuesto de la UE para el periodo 2021-2027 tenga en cuenta esta realidad e incluya los fondos necesarios para que puedan prestar los servicios básicos a los ciudadanos. Así lo planteó ayer el presidente del Gobierno de La Rioja, José Ignacio Ceniceros, al ponente del Comité de las Regiones (CdR) sobre el Marco Financiero Plurinaual (MFP), Nicola Dontroslavic, en la Comisión de Política Social, Educación, Empleo, Investigación y Cultura (Sede), que se celebra en Logroño. Ceniceros precisó que Galicia, La Rioja, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Aragón, Asturias, Cantabria y Extremadura son autonomías que conforman "gran parte del territorio" español y que sufren, "de manera importante", las consecuencias del desafío demográfico, cuestión que centrará hoy un encuentro de esta Comisión.

Recordó que el Marco Financiero Plurianual establece los límites máximos anuales de gastos para todas las políticas de la UE y los nuevos reglamentos sobre fondos comunitarios y es el informe en el que se fijará la posición de las regiones europeas respecto al próximo presupuesto de la UE.