La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, anunció que el Gobierno llevará al Congreso de los Diputados la prohibición de las prospecciones petrolíferas en el mar y que ésta, probablemente, abarcará aguas nacionales. La medida, de salir adelante, supondrá un freno a la fiebre petrolífera que llevó al sector pesquero gallego a preocuparse por su futuro en caladeros que están siendo taladrados como en Namibia, en las Malvinas o en caladeros tan ricos y tradicionales como el de Gran Sol y NAFO (Organización de Pesquerías del Atlántico Noroeste).

Ribera explicó, en una entrevista concedida a La Vanguardia, que antes de "formular la propuesta en sede parlamentaria para prohibir con carácter definitivo nuevas actividades de prospección y explotación en el mar", la idea es "trabajar en una moratoria" por la cual se paralizarán las autorizaciones "por un período que debemos determinar". Este cerco a la actividad petrolífera comenzó, según indicó en la entrevista, con la declaración del corredor de migración para cetáceos en el Mediterráneo y con la ampliación de parque nacional de Cabrera.

Por otro lado, la ministra calificó la futura ley de Cambio Climático y Transición Energética como "un marco de referencia" y habló de la introducción de la nueva fiscalidad ambiental para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero.

Ribera defendió, además, una estrategia energética a largo plazo definida por el Plan Nacional de Energía y Clima, que estará vigente hasta el 2030, y por un segundo documento sobre la descarbonización: "No podemos olvidar que nuestra obligación es lograr cero emisiones para 2050".

La ministra calificó de interesantes las iniciativas de comunidades como Navarra o Baleares sobre la prohibición de plásticos de usar y tirar, pero cree que es necesaria una orientación de las limitaciones con "una visión global".