La Plataforma Atlántico Noroeste (PAN) ha convocado para la próxima semana una cumbre empresarial y política para analizar los retos y las oportunidades que significan para Galicia y Asturias la incorporación de ambas comunidades al Corredor Atlántico del transporte ferroviario de mercancías.
La PAN está constituida por las confederaciones provinciales de empresarios de A Coruña, Lugo, Ourense y Pontevedra, la Federación Leonesa de Empresarios (FELE), la Federación Asturiana de Empresarios (FADE) y las Cámaras de Comercio de Galicia, León, Asturias y Cantabria. Esta plataforma nació con el objetivo de formar un lobby para presionar al Gobierno y conseguir que el cuadrante noroeste de España estuviese integrado en el Corredor Atlántico, ya que estaba completamente al margen, lo que le impedía acceder a las grandes líneas de transporte de mercancías por ferrocarril que atraviesan Europa. En este diseño, los puertos gallegos, los asturianos y los cántabros no estaban conectados con la red ferroviaria, bloqueando así su crecimiento y desarrollo y dejándolos en inferioridad de condiciones para competir con otras terminales.
El pasado junio, la Comisión Europea tomó la decisión de incorporar a Galicia y Asturias al Corredor Atlántico, lo que le abre la puerta, pero no garantiza, la posibilidad de acceder a partir de 2021 a fondos europeos para modernizar la línea ferroviaria de mercancías, que en el caso de Galicia supone corregir el trazado, llevarla hasta los puertos y electrificarla.
La cumbre será el martes en Gijón y contará con la intervención del secretario general de Infraestructuras del Ministerio de Fomento, José Javier Izquierdo. También participará del secretario xeral de Mobilidade de la Consellería de Infraestruturas, de los consejeros de Fomento de Asturias y Castilla y León y de los presidentes de la Confederación de Empresarios de Pontevedra, de la Federación Asturiana de Empresarios, de la Federación Leonesa de Empresarios y de las Cámaras de Comercio de Gijón y León. Pertenecer al Corredor Atlántico es una oportunidad de oro porque concede la opción de financiar con fondos comunitarios la modernización de la línea ferroviaria interior de Galicia y conectarla con las terminales portuarias. Pero no garantiza la concesión directa de las ayudas, porque el reparto es por concurrencia competitiva y solo se financian los mejores proyectos.
