Hablar por el móvil, enviar un WhatsApp , encender un cigarrillo, sintonizar la radio, teclear el destino en el GPS... Las distracciones se mantienen como la principal causa de los accidentes mortales ocurridos en la red viaria gallega. Y la práctica totalidad, por mensajearse por teléfono o hacer alguna llamada al volante. Para tratar de frenar esta sangría por despistes, la DGT se propone que los conductores causantes de un siniestro provocado por el uso del móvil paguen de su bolsillo los gastos ocasionados.

Desde 2016, la velocidad dejó de ser el principal motivo de la siniestralidad: casi cuatro de cada diez accidentes con fallecidos registrados en la red viaria de la comunidad (36%) se deben a un despiste, mientras que el acelerador está detrás de casi el 30%.

En el conjunto del país, unos 500 conductores perdieron la vida el año pasado en accidentes relacionados con el uso del móvil, según datos de la DGT. Para evitar que se utilice el móvil al volante, Tráfico endurecerá la sanción equiparando este comportamiento al consumo de alcohol o drogas, con la retirada de seis puntos del permiso frente a los tres actuales, según se recoge en el borrador de la reforma de ley de Seguridad Vial. Pero el departamento que dirige Pere Navarro se propone aplicar más mano dura para quienes contesten a una llamada, la realicen o manden mensajes mientras conducen. ¿Cómo? Los conductores que causen un accidente por el uso del móvil se hagan cargo personalmente de los daños patrimoniales causados por el siniestro. La medida ha sido propuesta por la consultora Pons Seguridad Vial, y supondría, según esta entidad, una reducción de los fallecimientos de entre el 30 y el 40%.

Desde el sector de las aseguradoras, advierten de que hoy por hoy, algo así no es posible, con la ley del Seguro en la mano. "Habría que modificarla e introducir los accidentes causados por el móvil como uno de los motivos para ejercer el derecho de repetición por parte de las aseguradoras", explican los expertos en pólizas. Los colegios de seguros se muestran partidarios de "una mayor educación de los conductores para evitar esa distracción inmensa que supone el uso del móvil". Las compañías aseguradoras han notado un incremento de este tipo de accidentes, que son actualmente la primera causa de accidente.

Con el cambio que sopesa Tráfico, las aseguradoras tendrían que indemnizar a un tercero, pero luego reclamaría esa cantidad al conductor causante del siniestro. No obstante, los letrados especializados en asuntos de tráfico no tienen claras las medidas que planea la DGT. Para el abogado Luis Olay, "el uso del móvil ya está suficientemente sancionado" con la pérdida de tres puntos. "Me parece desproporcionado que se equipare con el alcohol al volante, no son prácticas comparables", añade este letrado. "Y en cuanto a la responsabilidad personal, lo mismo. No le veo un plus de agravio al uso del móvil. Si se va por esa línea, dejaría de tener sentido el seguro de accidentes", cree Luis Olay.

Otra cosa diferente es que se pueda probar fácilmente que un accidente está relacionado con el uso del móvil. Se ha postulado que los agentes de la Guardia Civil de Tráfico investiguen los teléfonos de los accidentados, con el fin de comprobar si estaban utilizándolo en el momento del siniestro o en los instantes previos. "Esa práctica ya es habitual. Los agentes piden el teléfono móvil para hacer esa comprobación. Pero el acceso no puede ser contra la voluntad de la persona, debe ser voluntario. En caso contrario, lo invalidaría como prueba", sostiene Olay.

Está por ver además si se podrá distinguir entre las llamadas realizadas con el manos libres -que son lícitas, siempre que no se utilicen auriculares- y aquellas que se hayan realizado sin utilizar este dispositivo. Pero también deberá demostrarse que la llamada en cuestión o el uso del WhatsApp tiene relación directa con el siniestro.