El autodenominado espacio de unidad popular se ha convertido en el bloque político de Galicia con mayor división, pero al menos una parte de él descarta que su desintegración cause un cisma en el grupo de En Marea, lo que reeditaría las escisiones de AGE, la coalición que precedió al partido instrumental en 2012 y que perdió tres diputados rumbo al grupo mixto por desavenencias internas. El líder de En Marea, Luís Villares, aseguró ayer que el grupo parlamentario "seguirá funcionando" como hasta ahora.

Sus palabras descartan por ahora la quiebra del bloque de catorce diputados que lidera la oposición en Galicia, con los mismos escaños que el PSdeG, pero más votos. La alianza que supuso su nacimiento ha estallado y derivado en tres bandos, con un compendio de subgrupos en cada uno de ellos.

Por un lado, En Marea-partido instrumental, que se presentará en solitario a las elecciones generales del 28 de abril. Por otro, los críticos, que no han logrado reeditar su pacto, así que En Común-Unidas Podemos, que es la alianza de Izquierda Unida y los de Pablo Iglesias son un añadido en su denominación, se presentará por su lado y Anova se quedará en casa, molesta por lo que considera ninguneo en las negociaciones en que no mantenía la cabeza de cartel por Pontevedra. La tregua en O Hórreo, sede del Legislativo autonómico, se da por casi segura hasta las municipales, en un intento de no torpedear más sus opciones electoralmente, pese a que Podemos se presentará con su marca en varias ciudades al margen de las mareas locales, como en Pontevedra, Lugo y Ourense.

La unidad en el grupo de En Marea, sin embargo, es ilusoria, pues la coordinación es mínima entre villaristas, miembros de Podemos y EU e integrantes de Anova, tanto oficialistas como críticos. Curiosamente, la familia de Podemos comenzó la legislatura como la peor avenida, pero hace un año el caso de Paula Quinteiro, cuyo cese pidieron las bases de En Marea tras conocerse que exhibió su condición de diputada en un altercado con la policía, ejerció de pegamento interno. Villares no quiso opinar sobre la ruptura de Anova con Podemos y EU, pero sí sobre su abandono del barco común. "El espacio político de En Marea está más cohesionado que nunca", indicó, según Europa Press. También lanzó un dardo a sus exaliados. "Lo que decepciona son las fuerzas políticas que no cumplen con lo que se comprometen", espetó sobre el coste de esta división.