El alcohol es un factor concurrente y determinante en uno de cada tres accidentes de circulación, hasta tal punto de que su presencia en la conducción multiplica entre dos y 15 veces, según la tasa, el riesgo de sufrir un siniestro o de agravar sus consecuencias. En la comunidad gallega la incidencia del alcohol y las drogas al volante es preocupante y así lo revelan los últimos datos del Instituto de Medicina Legal de Galicia: el número de muertos en accidente de tráfico en el que la autopsia demostró que habían ingerido bebidas alcohólicas o estupefacientes fue de 40, más de la mitad de las 107 víctimas mortales a las que se les hicieron estudios de consumo de sustancias. Y más de la mitad que dieron positivo, presentaban una tasa superior a los dos gramos.

Para atajar esta lacra de la accidentalidad en las carreteras gallegas, la Dirección General de Tráfico (DGT) llevó a cabo la semana pasada una campaña especial de vigilancia de control de la tasa de alcoholemia y de consumo de drogas entre los conductores. Ya en el primer día, una patrulla sorprendió a un conductor "multirreincidente" en el municipio coruñés de Mesía, cuya tasa de alcoholemia era tan elevada que el etilómetro de aproximación no puedo determinarla, porque rebasaba su límite de medida. Al preguntarle los agentes por ese dato tan alto el infractor le respondió que "venía de la fuente de coger agua fresquita". Los resultados de este operativo relevan que 373 personas se habían puesto al volante durante una semana tras tomar unas copas de más o ingerir alguna sustancia estupefaciente, lo que arroja una media de 53 al día.

Las estadísticas muestran un descenso en el número de los positivos en los test de alcoholemia respecto a la misma campaña del año pasado, pese a reforzarse la vigilancia con 3.000 controles más hasta alcanzar los 24.159. De todas formas, la cifra sigue siendo elevada con 214 positivos detectados por los agentes de la Guardia Civil de Tráfico en una semana, una treintena al día. Además, el descenso es solo de medio centenar de casos. De los automovilistas denunciados por exceder la tasa de alcohol, a 35 de ellos „el 16%„ se le han abierto diligencias y han sido puestos a disposición judicial por superar la tasa de 0,60 miligramos por litro en aire espirado o por negarse a someterse a las pruebas de alcoholemia.

El caso más llamativo se da, sin embargo, en lo que se refiere a los controles de drogas. El descenso de las pruebas, de 547 a 396, hizo que el número de conductores interceptados bajo el efecto de sustancias estupefacientes también bajase en un 10%, de 176 a 159. Aún así, son una veintena de infractores por jornada que representan el 40% respecto a los narcotest realizados.

A Coruña y Pontevedra, por ese orden, son las provincias gallegas con más positivos, con 89 automovilistas interceptados bajo los efectos del alcohol en las carreteras coruñesas „el 41% del total„ y 61 en las pontevedresas, con un tercio de controles. En Ourense, los agentes denunciaron a 41 conductores por dar positivo en el test de alcoholemia, casi el doble que los 23 de Lugo.

También en el caso de los narcotest, Pontevedra y A Coruña lideran el número de denuncias: 54 en el primer caso y una menos en las vías coruñesas. En ambas provincias son casi el doble que las 30 infracciones denunciadas en Ourense por ir al volante bajo los efectos de las drogas, a pesar de que en la ourensana se realizaron 111 pruebas, un tercio de las casi 400 practicadas en toda Galicia y la segunda cifra más alta en la comunidad, solo por detrás de los 129 narcotest llevados a cabo en Pontevedra. El dato más bajo de positivos por consumo de drogas durante la conducción se registró en Lugo, con 22 positivos. Si se tienen en cuenta el número de denunciados frente a los controles realizados, el índice más alto se obtuvo en la provincia coruñesa, donde casi seis de cada diez automovilistas a los que se les hizo la prueba „53 de un total de 92„ habían tomado sustancias estupefacientes. En Pontevedra, la tasa supera el 40%, mientras que en Lugo fue del 34% y en Ourense del 27%.

A nivel nacional, los agentes hicieron más de 200.000 pruebas de alcohol y drogas en toda la red viaria española, de los que casi 2.000 dieron positivo en el test de alcoholemia y 1.360 en el narcotest. Es decir, casi 3.300 infracciones en la semana que duró la campaña. O lo que es lo mismo, más de 470 infracciones diarias por este motivo.