Cien euros al mes durante el primer año de vida del bebé para productos básicos para el niño o niña, como leche y otros alimentos infantiles, pañales, ropa, cunas, artículos de paseo y de viaje, productos de higiene infantil o productos farmacéuticos. Así funciona, en general, la Tarxeta benvida, que la Xunta estrenó en 2016. Con el tiempo, los servicios de este cheque bebé se han ido incrementando y ahora el presidente del Ejecutivo gallego, Alberto Núñez Feijóo, avanza que se aprobarán más prestaciones para recién nacidos en el rural y con vistas a afrontar el "problema demográfico" que afecta a la comunidad, donde prácticamente las defunciones anuales suponen el doble de los nacimientos.

Así lo señaló ayer en una entrevista en la Radio Galega en la que destacó que "las parejas, las mujeres, las familias que tengan hijos en el rural van a tener una Tarxeta Benvida más amplia y ambiciosa". El mandatario se refirió a que el Consello de la Xunta dará luz verde esta semana a una ley al respecto. Galicia, señaló Feijoó, será la "primera comunidad autónoma que apruebe una ley de impulso a la natalidad y que afronte el problema demográfico", aunque no sea Galicia la única que lo padece, recordó.

"No hay un objetivo más importante" en ningún ámbito de gobierno, incluido "por supuesto" los autonómicos, dijo, "que no sea impulsar la natalidad". Entre los temas que más le preocupan estaría el del ámbito rural. "Nos obsesiona", dijo al respecto, el "relevo generacional en el rural" y de ahí que enfoque la mejora de las prestaciones del cheque bebé en ese ámbito.

Con todo, reconoció que estas medidas pueden no bastar, por lo que también ve "necesario" el desarrollar en paralelo medidas de "atracción de retornados a Galicia". Con todo ello, "que más gente entre" y el impulso a "políticas de conciliación", se propone el rebajar el saldo vegetativo negativo, situado en 2018 en más de 15.000 personas, a uns seis mil o siete mil.

Preguntado sobre el si el PP debería abstenerse para facilitar la investidura de Pedro Sánchez, Feijóo situó la decisión en sus "compañeros de Madrid".