Sobre la mesa de Tráfico está la reforma del carné por puntos, un sistema que entró en vigor en verano de 2006 y que en Galicia apartó de la carretera a casi 27.000 multirreincidentes y delincuentes viarios. La DGT se propone endurecer las sanciones que traen peores consecuencias: el consumo de alcohol y/o drogas y las distracciones al volante (uso del teléfono móvil). Para frenar la accidentalidad por pisar más de la cuenta el acelerador, el departamento que dirige Pere Navarro ya redujo este año de 100 km/h a 90 km/h el límite en las carreteras secundarias, las que concentran la mayor tasa de siniestralidad. En el caso de Galicia, la red convencional suma el 90% de los accidentes mortales, 15 puntos por encima de la media nacional. El balance del carné por puntos de este año deja un reguero de más de 56.000 infractores en las carreteras gallegas, según datos de la Jefatura de Tráfico de A Coruña, desde donde se coordinan los centros territoriales de Galicia. De media, son más de 7.500 conductores gallegos que cada mes pierden algún punto del carné por saltarse alguna norma de tráfico.

Un recorrido de apenas 15 minutos de casa al trabajo basta para perder algún crédito del permiso o incluso dejar el contador a cero „8 puntos en el caso de los conductores noveles y 12 para los profesionales„. Además de la correspondiente sanción económica, por pisar más de la cuenta el acelerador el infractor pierde entre 2 y 6 créditos, según el exceso de velocidad cometido. Ponerse al volante con una copa de más acarrea la retirada de cuatro o seis puntos mientras que conducir tras haber consumido cocaína, hachís, cannabis o alguna otra sustancia psicotrópica supone seis créditos menos. Viajar sin cinturón de seguridad, utilizar el móvil o no llevar puesto el casco en el caso de las motocicletas son infracciones que conllevan la pérdida de tres puntos. Y quienes se saltan un semáforo o un stop o realizan un adelantamiento indebido se quedan sin cuatro créditos. Con este catálogo de sanciones bastan dos infracciones al volante para dejar el saldo de puntos a cero, una situación que obliga al conductor a volver a la autoescuela y realizar un curso de reeducación vial para poder circular de nuevo.

De los más de 56.000 sancionados en Galicia con la retirada de puntos entre los meses de enero y agosto, un total de 1.165 arrastraron tantas infracciones que tuvieron que agotaron todos los créditos del permiso: 535 de la provincia de Pontevedra (46% del total), 383 de A Coruña (33%), 149 de Ourense (12,6%) y 98 de Lugo (8,4%). El 90% de las pérdidas de vigencia del carné vía administrativa este año fueron protagonizadas por hombres (1.045). Mujeres a las que Tráfico les retiró el permiso por agotar todos los puntos fueron 120 en los primeros ocho meses del año.

El volumen de multas notificadas por la DGT es superior al de sancionados. En concreto, casi 3.700 más, lo que revela el elevado número de conductores interceptados en más de una ocasión cometiendo alguna infracción en carretera.

La velocidad se mantiene como la infracción más habitual, con el 60% de los sancionados con retirada de puntos en las carreteras gallegas. Más de 4.300 cada mes, lo que supone una media de 140 cada día. El consumo de alcohol le sigue en el ranking, con 925 conductores que pierden créditos del permiso por poner al volante tras haberse tomado una copa de más. Viajar sin cinturón o sillas de retención infantil se coloca como la tercera infracción más habitual, con 650 sancionados de media al mes; seguido de cerca por el uso del móvil al volante con 575 infractores interceptados cada mes. Y por consumo de drogas, Tráfico notificó mensualmente la retirada de puntos a 320 conductores.

El refuerzo de la vigilancia en carretera han permitido reducir durante los ocho primeros meses del año infracciones al volante en Galicia. Hasta 11.500 sanciones menos que entre enero y agosto del año pasado, lo que supone un descenso de las multas al volante en la comunidad del 16%. En el caso de la velocidad y el consumo de drogas, disminuyeron un 20% y en el uso del móvil, un 19%. Menos acusado fue el descenso en el consumo de alcohol y el uso del móvil (-1,7%).