El número dos de Vox, Javier Ortega Smith, admitió ayer en Lugo que, en caso de que se diese la hipótesis" de que "el PP necesitase los votos" de su partido para conformar Gobierno en Galicia tras las elecciones autonómicas de 2020, la formación de Santiago Abascal estaría dispuesta a dárselos para "mantener su máxima" de "evitar que la izquierda gobierne en ninguna parte de España". Rompe así Vox con el discurso de distanciamiento total con el PP gallego que lanzó durante la campaña de las generales. Entonces, el propio Ortega Smith dijo que quería "echar" a Feijóo de la Xunta: "Si algo tienen claro los otros partidos es que cuando los locos de Vox se proponen algo lo consiguen".

Ante una sala que congregó a más de cien simpatizantes en el Palacio de los Congresos de Lugo, el portavoz de Vox en Madrid trató ayer de convencerlos para que se afiliasen al partido de extrema derecha y así fortalecer su presencia en Galicia. El día anterior, Ortega Smith estuvo en Ferrol para decir que los próximos comicios autonómicos son la oportunidad para "acabar el feudo de Feijóo en Galicia" y un día después ha asegurado que darían sus votos al PP, "pero no por cheques en blanco", sino que pedirían que se cumpliesen "una lista de medidas y se desmontasen los chiringuitos de las asociaciones y organizaciones ideológicas".

En este sentido, también quiso subirse al carro de la actualidad y manifestó que una de las condiciones sería "dedicar todos los recursos económicos para que no haya una sola población gallega que no tenga, a una distancia razonable, un centro de salud con todas las dotaciones necesarias". Unas declaraciones que vierte una semana después de que se produjese el cierre del paritorio de Verín (Ourense).