Lo peor de la borrasca Karine, que se desplaza de oeste a este de la península, ha pasado tras dejar a su paso un reguero de más de 260 incidencias en la comunidad, especialmente provocadas por los vientos fuertes que han alcanzado en puntos de Ourense los 167 kilómetros por hora; y las temperaturas bajas con precipitaciones en forma de nieve en zonas de montaña que han sorprendido a algunos conductores.

Karine se aleja poco a poco Galicia y, aunque este martes terminarán de sentirse sus efectos, dará paso a sucesivos frentes que mantendrán la situación de inestabilidad al menos hasta el jueves o el viernes, informan desde la Agencia Estatal de Meteorología. Si por algo se ha caracterizado este fenómeno borrascoso con nombre de mujer es por la intensidad de sus vientos. Su entrada por Galicia dejó registros por encima de los 160 kilómetros por hora en las dos últimas jornadas. La ráfaga más extrema llegó a los 167,5 kilómetros por hora, durante la madrugada de ayer en la zona montañosa de Xares, en la localidad ourensana de A Veiga. Los puntos elevados de la comunidad fueron los que sufrieron esas rachas que alcanzaron el domingo los 143,6 kilómetros por hora en Manzaneda y los 150 en Os Ancares, en Cervantes.

Esas rachas huracanadas fueron las culpables de las más de 260 incidencias registradas por los servicios de emergencias en dos días. La mayor parte de las intervenciones se debieron a la caída de árboles y el desplazamiento de objetos sobre las vía de circulación. Ha habido problemas en las carreteras debido a la caída de vegetación, restos de piedras y tierra y parte del mobiliario urbano arrastrado por el aire. En una docena de casos, los equipos de emergencias intervinieron para evitar el desprendimiento de estructuras, ventanas, cables y postes, así como en anegamientos puntuales de viviendas, bajos y garajes.

La nieve, por su parte, fue la causa más probable de un siniestro en la carretera OU-0602, en el municipio de Chandrexa de Queixa, donde un conductor perdió el control del vehículo hacia uno de los márgenes de la vía. En Pedrafita, la Guardia Civil auxilió a unos peregrinos sorprendidos por la nevada en el Alto de San Roque.

El viento agudizó los efectos de la sensación térmica, por debajo de los cero grados, en puntos de Os Ancares (-6,6), O Cebreiro (-6,3) y Alto do Poio (-5 grados).

Los servicios meteorológicos prevén que hoy concluyan los episodios de lluvia, viento y oleaje provocados por Karine.

MeteoGalicia mantiene activa la alerta amarilla por viento de más de 100 kilómetros por hora en A Mariña a primera hora de esta mañana; y la naranja, por viento en el mar en A Coruña, A Costa da Morte y la lucense también en las primeras horas del día. Todo el litoral seguirá la jornada en alerta amarilla por las dimensiones de las olas, que podrían alcanzar los cinco metros.

Si ayer el mapa del servicio meteorológico gallego dibujaba precipitaciones de nieve por encima de los 800 metros en el interior de Lugo y Ourense, hoy martes desaparecen dando lugar a lluvias generalizadas en toda la comunidad. Las temperaturas mínimas tienden a mantenerse en las siete principales ciudades, entre los 7 grados de Pontevedra, Lugo y Santiago, y los 10 de Vigo. En A Coruña se espera una oscilación de 9 en horario nocturno a 15 grados en las horas centrales.