El borrador de decreto que plantea el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, a las principales fuerzas políticas, implica retrasar las elecciones autonómicas, convocadas para el 5 de abril, hasta justo antes del verano u otoño, cuando la legislatura estaría agotada, porque el texto plantea que deben pasar dos meses desde que se levante la declaración de estado de alarma por parte del Gobierno central.

Con esta planificación, otoño se presenta como la opción más viable, puesto que ni siquiera los escenarios más optimistas de control del virus dejarían mucho margen antes de verano. Y en verano, a priori, hay coincidencia en que no tendría sentido que se celebrase la cita electoral aunque se trate de una situación excepcional.

En concreto, el borrador que plantea la Xunta distancia dos meses la nueva cita electoral del fin del estado de alarma, una decisión que se distingue de la propuesta que ha pactado Euskadi, y faculta al presidente autonómico para redactar el nuevo decreto de convocatoria de elecciones.

Feijóo y los líderes de PSdeG, Gonzalo Caballero, Galicia en Común, Antón Gómez-Reino, BNG, Ana Pontón, y Ciudadanos, Beatriz Pino, han quedado hoy de nuevo para reunirse por videoconferencia, después de acordar ayer buscar una vía legal para suspender las elecciones. Estaba previsto que el encuentro arrancase a las 12:00 horas, pero se inició una hora más tarde.

El borrador de decreto recoge que las elecciones quedarán suspendidas a "todos los efectos" y propone reanudar el proceso electoral en la "más próxima fecha posible" al levantamiento del estado de alarma.

El presidente se reserva volver a convocar la fecha y la duración de la campaña electoral en un nuevo decreto de la Xunta.

Además, propone que no se puedan celebrar los comicios en los meses de verano, por lo que aboca a su celebración en otoño.

Esto, ya que según el contenido del decreto que se propone, deben pasar dos meses entre el levantamiento del estado de alarma y el día de celebración de las elecciones.