Técnicos de la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios y de la Policía Judicial de la Guardia Civil inspeccionaron ayer la zona donde un tren Alvia que cubría la línea Ferrol-Madrid descarriló al impactar contra un todoterreno que se había precipitado desde un paso elevado situado en la carretera ZA-P-1405. Las dos investigaciones abiertas -la judicial y de la Comisión de Accidentes e Incidentes Ferroviarios- concluirán las causas del siniestro en el que fallecieron el conductor nonagenario del coche, vecino de Zamora, y el maquinista en formación, Alexander Pedreira, de 32 años y natural de A Coruña. El chófer titular del convoy, Francisco Picazo, zamorano de 55 años residente en A Coruña, resultó herido grave y se encuentra ingresado en Salamanca. El puente de La Hiniesta desde el que cayó el vehículo pasa sobre una vía considerada convencional y carece de los sistemas de detección de caídas de objetos del que disponen los pasos elevados del AVE.

Vecinos de la zona advirtieron ayer de que la barandilla y el quitamiedos de la carretera desde la que se precipitó el Land Rover que causó el descarrilamiento del Alvia en el que viajaban 158 pasajeros estaban rotos desde al menos una hora antes del choque -ocurrido a las 16.11 horas-, lo que hace pensar que el todoterreno cayó sobre las vías mucho antes del paso del tren que se dirigía a Madrid. Nadie vio el accidente ni tampoco desde la base de La Hiniesta, habitualmente con gente trabajando, oyeron golpe alguno.

Según fuentes consultadas por este diario, los trenes no llevan a bordo ningún sistema que les avise de la caída de objetos a la vía. En las líneas de alta velocidad, sin embargo, todos los pasos superiores tienen sistemas de caída de objetos, además de cámaras que permiten ver cuando salta una alarma qué ha impactado contra la vía. Esta información llega al puesto de mando y permite influir sobre la señalización que da aviso al maquinista de las incidencias registradas. También en terraplenes pronunciados o túneles hay sensores o aparatos que determinan si ha podido caer algo en la vía que pueda obstaculizar el paso.

Pero el puente de La Hiniesta, a siete kilómetros de Zamora, pasa sobre una vía considerada convencional, por lo que no dispone de los sistemas de alerta que están habilitados en las líneas AVE. "En vía convencional, la inversión es la que hay y me temo muy mucho que no se vaya a invertir en ese sistema de detección porque en este país se ha apostado por la Alta Velocidad", lamentaba ayer desde el Sindicato Español de Maquinistas y Ayudantes Ferroviarios (Semaf), Juan Jesús García Fraile, quien respecto al accidente ocurrido en La Hiniesta manifestó que aún hay incógnitas por despejar, como cuánto tiempo llevaba el todoterreno ocupando la vía antes de que la locomotora del tren impactara con el vehículo.

En ese punto concreto, el sistema de alerta es conocido como de pedal y la caída del coche no pudo ser detectada siquiera por este sistema indirecto.

El hecho de que se tratara de un coche pesado pudo haber contribuido a agravar las consecuencias del accidente. De hecho, empleados ferroviarios recuerdan algún otro caso de caída de un vehículo desde ese mismo puente a la vía e incluso uno, hace tres décadas, que fue arrollado por el tren que circulaba de noche. En aquella ocasión la locomotora se llevó por delante al coche. Pero en el accidente ocurrido el martes, al tratarse de un coche grande unido a la presencia de un cambio de vía, provocó que la cabeza del tren saltara hacia la otra vía, chocase con un montón de traviesas apiladas, hiciera "la tijera" para quedar mirando en sentido contrario, en dirección a Carbajales y arrasara con todo a su paso. Es la causa que explica que los maquinistas se llevaran la peor parte, al resultar uno de ellos fallecido y el otro herido grave. Además, el tren barrió toda la zona: "Ha destrozado la estación", indicaron fuentes consultadas por ese diario.

Las brigadas de técnicos y operarios se afanaban desde la mañana de ayer en examinar los trenes siniestrados, una composición doble debido a las medidas de distanciamiento impuestas por el estallido de la pandemia del coronavirus, ya que en circunstancias normales 158 pasajeros caben en un tren.

Desde el sindicato ferroviario de CGT reclaman una investigación del accidente y que "se certifique" que el hombre de 89 años que también falleció en el accidente tenía pasadas las certificaciones médicas para poder conducir el todoterreno que, según manifestó la Guardia Civil, cayó sobre la vía y provocó el accidente.

Tramo peligroso

La alcaldesa de Palacios del Pan, Lidia de los Ángeles Pechero, conoce bien la peligrosidad del tramo del viaducto que se eleva sobre las vías de Renfe donde se produjo el accidente mortal. Los vecinos se han quejado histórica y reiteradamente del trazado. "En ese tramo, mucha gente ya se ha salido de la calzada", denuncia la regidora, sobre una carretera estrecha, con un guardarraíles que necesitaba ser reforzado.

De hecho, la investigación de otro accidente ocurrido en 2013, similar al del martes con otra caída de un vehículo sobre las vías del tren, aconsejó reforzar la seguridad de los pasos elevados y estudiar la posibilidad de instalar detectores de caídas de objetos. Pero finalmente Adif descartó aplicar esta tecnología en vías convencionales.

En cuanto al maquinista herido en el siniestro, permanece estable en la UCI del hospital Virgen de la Vega de Salamanca. Francisco Picazo sufrió lesiones de importancia en tórax y vértebras como consecuencia del impacto.